El Taxista // H.S. y Tú // REEDITANDO

Capítulo 9

Narra ______:

Estaba acostada en mi cama y como de costumbre pensaba en toda mi vida. Había sido un día largo y complicado, la verdad es que estaba dudando un poco en contarle a Harry sobre lo de mi padre, pero creo que fue la primera vez que le hablé a alguien sobre el tema de mi padre sin contar a mis mejores amigos que sabían todo sobre mi, ellos eran los que siempre me apoyaban cuando les contaba todas las veces que me hacia esas perversiones. Odio mi vida. Hasta ahora no ha sido nada perfecta o por lo menos estable. Todo se lo debo a mis amigos y bueno ahora a Harry. Creo que es una buena persona. No lo se, la verdad es que todavía no lo conozco profundamente pero por lo que me ha demostrado es una buena persona. De a poco mis ojos se fueron cerrando.

*....Escuché abrirse la puerta, Harry entraba con sus tatuajes que lo hacían ver tan sexy, llevaba unos bóxers rojos y su cabello despeinado. Como le agradecía a dios por ponerme semejante hombre frente a mi. Su respiración era agitada, se metió debajo de las sabanas donde me encontraba yo y me abrazó rodeando sus musculosos brazos tatuados podía sentir su rico perfume cerca de mi. Lo tenía tan serca mio, quería morder sus rojos y carnosos labios....* Todo era un sueño...

El sol me dejaría ciega, ya era la mañana quería dormir, no quería moverme de la cama, el día estaba helado y no quería salirme de más sabanas que habían tomando el calor de mi cuerpo. La luz se hacía más intensa y me era imposible abrir ojos.

-Hoy si, hoy si, ya es hora de levantarse _____. Vamos que te preparo un chocolate caliente con galletas como toda la niña revoltosa que eres. - Sonrió

-No soy revoltosa.- Fruncí el ceño con una sonrisa pícara.

-Claro, como tu digas.- Hablo con un tono sarcástico.

-Está helado aquí afuera.- Un frío recorrió todo mi cuerpo causando un escalofrío.

Harry se quitó una camisa que llevaba sobre otra camiseta y me la envolvió en mis hombros rápidamente.

-Gracias Harry.- Sonreí tímida. Su camisa tenia impregnado el olor de su perfume, quería estar ahí para siempre.

-Bueno te espero abajo linda.-Sonrió

Una vez que Harry se fue de mi habitación me lavé los dientes, cepille mi cabello y me vestí con una camiseta que tenía escrita las palabras "My life is a joke" (mi vida es una broma) y unos jeans negros ajustados acompañándolos con unas converse negras. Opte por una campera negra porque hacia frío. Bajé a la cocina y me encontré a Harry con un hermoso desayuno, un chocolate caliente con galletas. Me senté a su lado y comencé a comer.

-Tenias hambre...- Rió

-Sí bastante.- Le dediqué una sonrisa corta y tierna.

-Bueno tenemos que ir al instituto. ¿Estas lista?-

-Si. -tomé mis cosas y fuimos hacía el auto.

Una vez adentro el viaje duro unos quince minutos, en el trascurso del viaje Harry me había invitado a un bar luego de la escuela. Yo accedí.

Bajamos del auto y Harry me despidió con un beso en la mejilla y un cálido abrazo.

Yo me fui alejando de él y podía ver como las chicas, mejor dicho las zorras, lo miraban de reojo. Vi a lo lejos a Zayn, la verdad es que no sabía mucho a Leah últimamente, no sabía bien porque. A veces le agarraban ciertas recaídas que hacían que ni siquiera saliera de la casa.
Me acerqué a Zayn y lo vi con una de las porristas, obviamente, coqueteando con ella, no me interesaba si estaban por ir a tener sexo en el baño de mujeres u hombres, sólo quería hablar con él.

-Vamos Zayn...Luego terminas tu "conversación"- Hice las comillas con los dedos- con la chica.

-Okay, bueno luego seguimos linda. -Le guiño el ojo a la, para mi, desconocida. Yo nada más rodé los ojos y arrastré a Zayn del brazo.

-¿Qué le pasa a Leah?- Pregunte ya que no la veía hace tiempo.

-Ella me dijo que sus padres...- No terminó la oración porque la campana que indicaba que las clases habían comenzado a sonar.

-Joder nunca puedo terminar de hablarte por culpa de las malditas clases.- Dije frustrada.

Entramos al salón de clases y ya estaba todo lleno, habíamos llegado tarde.

-Brown llega tarde.- La irritante voz de la anciana carcomía  mi cabeza.

-No, ¡¿enserio señora?!- Susurré sarcástica

-¿Que dijo señorita?- Habló por segunda vez la anciana.

-Nada, nada...-Rodé los ojos a espaldas de ella.

Me senté en el fondo del salón y Zayn por el medio, era clase de historia, como odiaba historia, básicamente odiaba todas las clases de cualquier materia pero, historia era una de las peores. Saque mis libros e hice como si estuviera escribiendo pero sólo estaba dibujando en la parte superior de la hoja. Estaba todo a la normalidad yo escribía en mi hoja y la profesora hablaba. Todo estaba perfecto hasta que sentí un leve golpe de mi espalda, di la vuelta y había un papel tirado en el piso hecho bolita, lo tome del piso y lo abrí, decía: "Así que nuevo novio...."

Lo volví a abollar y lo puse debajo de mi banco, observé a Zayn y me di cuenta de que él no había sido el que me arrojó el papel porque estaba con su móvil a escondidas. Luego miré hacia el otro lado y vi a las zorras riéndose, definitivamente habían sido ellas quienes me habian arrojado el papel. La verdad es que no entendía bien por qué habían escrito eso pero lo ignoré de todas formas.

La hora de historia había terminado, yo estaba muy feliz porque ya no aguantaba más a esa señora hablando, salí del salón y luego busqué a Zayn para seguir con nuestra conversación.

-¿Entonces que ha dicho Leah?- Pregunté a Zayn una vez que lo encontré.

-Dice que tu ya no le cuentas nada.-

-Pero...-

-Ese chico sexy que la trae todos los días debe pagarle por noche para que se acueste con él....- Se escuchaba detrás mio una voz chillona.

-Sólo ignoralas _____-

-O debe hacerse pasar por su novia para robarle el dinero...- Se seguía escuchando esa voz detrás mío.

-No puedo ignorarlas.-Le dije a Zayn y me di vuelta para enfrentarlas.- ¡¿Que te sucede conmigo?! Porque no me lo dices en la cara en vez de habar detrás mío, ¡cobarde! - Grité

-Okay, si tu quieres que te lo diga en la cara te lo digo. ¡Eres cuna PUTA!-

Sentía el odio en todas mis venas y la sangre me había subido a la cabeza. Cerré mi puño y lo dirigí a su rostro. Vi como calló al piso con un poco de sangre en su nariz.

-Señorita Brown a mi oficina!- Se escuchó la voz del director a mis espaldas.