21| El pasado siempre regresa

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#TomilyForevaaah

♥ ♥ ♥

Emily

Suelto un suspiro y observo esos hermosos ojos que tanto me encantan y que tanto me enamoran. Juego con mis manos y suelto todo lo que tenía guardado desde hacía un año y que solamente Thiago conoce todo lo que ha pasado.

— El chico que conociste hoy es mi exnovio. — Thomas abrió sus ojos, pero no dijo nada, cosa que le agradecí. — Y no tengo buenos recuerdos con él. — un nudo en mi garganta empezó a aparecer en mi garganta, impidiéndome hablar. — Joder, lo siento, es que...

— Tranquila. — tomó mis manos y empezó a acariciarlas, le sonreí por lo bajo y seguí hablando. — Todo está bien, estamos nosotros, solo nosotros. — susurró acariciando mi mejilla.

— Él me golpeaba. — suelto de repente y empiezo a llorar. Las caricias de Thomas se detuvieron y vi que todo su cuerpo se tensó. Mi labio empezó a temblar y más sollozos salieron de mi boca sin permiso. — Realmente estaba muy enganchada con él, lo quería y todo iba bien hasta los seis meses. — solté un suspiro lloroso y miré a sus ojos, cosa que me calmaron un poco. — Empezó a ponerse violento, tomaba demasiado, iba a fiestas y cuando le iba mal en el deporte, toda su furia la descargaba conmigo, ya que, tomé la estúpida decisión de irme a vivir con él. —

— Joder. — pasó sus manos por su rostro y me observó sorprendido. — Bebé, yo... ¿acaso lo denunciaste? — asentí mordiendo mi labio recordando todo lo que había pasado.

— Sí, pero no funcionó de nada. Su padre es millonario y tiene muchos contactos, la denuncia fue a la basura a las dos horas que la hice. — murmuré recordando la paliza que me dio cuando llegué al departamento para buscar mis cosas y largarme, pensando que él estaría en la comisaría. Río irónica y seco mis lágrimas. — La paliza que me dio después hizo que terminara en el hospital.

— Mierda, Em. Ven aquí. — subí a su regazo y coloqué mi cabeza en su pecho mientras seguía llorando. — no llores, por favor, estas conmigo, estás a salvo. Tranquila.

— Fueron días muy crueles y dolorosos. Estaba sola, Thiago empezó a tener problemas con su padre porque se enteró que es gay y lo echó de casa, estuvo un tiempo en la casa de su abuela, así que no podía hablar mucho con él ni verlo seguido. — Sentí sus caricias en mis brazos y un beso en mi coronilla. — Lo siento, siento no contarte esto antes, solo...solo quise empezar de nuevo y no quería recordar el pasado tan doloroso. — sentí que suspiraba y colocó sus manos en mi barbilla, haciendo que lo mirara.

— No pidas perdón por eso. — murmuró acariciando mi mejilla. — eres muy valiente para contarme lo que has pasado, joder, no quiero ni pensar en todo lo que has pasado y que agradezca el imbécil que no sabía nada de esto cuando apareció hoy, porque...porque...— apretó su mandíbula del enojo y cerró sus ojos tratando de calmarse. — Piensa en el equipo, piensa en el quipo, piensa en el quipo. — susurraba mientras repetía una y otra vez la misma frase.

Sonreí divertida ignorando todo lo que habíamos hablado antes. Solté un suspiro lloroso y limpié mi rostro, borrando todas mis lágrimas.

— Gracias por escucharme. — susurré besando sus labios, él me miró sorprendido y tocó su pecho, ofendido por mis palabras.

— ¿En serio crees que no te escucharía? ¿Tan cruel me ves? — sonrío de lado y besó de nuevo mis labios. — Además, eres mi chica, no puedo no escucharte. — bromeó, golpeé su hombro y solté una risita. — Gracias a ti por confiar en mí. — solté un suspiro y me recosté en su pecho. — Te amo. — levanté mi vista sorprendida por su comentario.

Guerra de Gemelas ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora