7| La otra parte de la historia

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Llevé mi mano a mi cabeza mientras soltaba un quejido. Joder, me dolía horrores y tenía mucha sed. Bajé las escaleras masajeando mi frente, tratando de calmar el dolor que tenía. Cuando estaba por llegar a la cocina, en medio de la escalera, se encontraba Samuel recostado, con los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta. Lo miré entre divertida y confundida. ¿Había dormido allí toda la noche?

Patee suavemente sus costillas y gimió de dolor. Reí divertida y seguí mi camino hacia la cocina, en donde se encontraba Luke, estaba cocinando; había una jarra de jugo de naranja y algunos vasos en la mesa, lo miré sorprendida ¿De dónde sacaba tanta energía?

Luke me sonrío y dejó tres pancake en mi plato y luego se giró para seguir haciendo más. Tomé uno y le di una mordida, estaba riquísimo. Nos quedamos un par de minutos en silencio, él cocinando, yo comiendo y aguantando el dolor de cabeza.

De pronto, Luke se gira y se queda observándome, frunzo mis cejas y lo miro confundida.

— Desembucha — dije mirando a mi hermano. Terminé de comer el pancake y corrí el plato para colocar mis brazos en forma de cruz sobre la mesa. — Hace tiempo que llevas queriéndome decir algo, pero no has tenido la oportunidad, así que ahora que estamos solos, dilo, te escucho, bro. — Luke sonrío de lado y se sentó al frente de mi en una de las butacas que había en la cocina. Soltó un suspiro mientras llevaba una mano a su cabello.

— Quiero pedirte perdón en nombre de Samanta. — soltó de repente. Estaba serio y yo, bueno... yo estaba más que sorprendida. — Hablaré con ella, hemos tenido una discusión hace poco y no nos estábamos llevando bien, hasta que tu regresaste y me di cuenta de que no podemos estar peleados. — respiró hondo y tomó mi plato. — Pensé que iba a ser diferente contigo, es decir, ¡Eres su gemela! — me señaló y reí mientras negaba con mi cabeza, divertida y un poco dolida de lo que estaba pasando. — Pero no, ella no cambió ni contigo. Estoy preocupado, voy a intentar hablar con ella.

Mediante la conversación, Samuel entra a la cocina y se sienta con nosotros en la isla, toma asiento en una de las butacas al lado de mí y nos mira intercaladamente, frunce sus cejas, confundido, sin saber que era lo que estábamos hablando con Luke antes de que él entrara.

— Samanta. — le dice Luke a Sam, él asiente comprendiendo haciendo una mueca con sus labios.

— Una perra malvada. — contesta Samuel levantándose de la butaca y toma uno de los pancake que habían sobrado y luego se sienta con nosotros. — Y el idiota de James es un maldito traidor, sabía que ella estaba ahí en esa fiesta y para el colmo, el que la organizaba era el tarado del novio de mi hermana, fantástico, la familia reunida en la fiesta de disfraces. — niega con su cabeza, enojado, y lleva un pancake a su boca. Luke me mira divertido y yo le devuelvo la sonrisa.

— No quiero pensar que estás enojado con ellos, hermano. — Luke suelta una carcajada. — Esto ya es algo normal entre nosotros, sabemos lo loca que es nuestra hermanita y de lo que es capaz de hacer para hacernos enojar. No tenemos que caer en su trampa. — asentí de acuerdo, él tenía razón.

Antes de que pudiéramos decir algo, Thiago apareció con su teléfono en su mano, lo miramos sorprendidos ya que él no decía ni una palabra. Lo miré confundida y un poco divertida ¿Qué estaba haciendo?

— ¿Acaso el chico de anoche te invitó a salir, Thi? — bromeé, pero él no contestó, empecé a preocuparme y me puse de pie, caminando hacia él. — ¿Thiago? ¿Qué sucede? — tomé sus hombros y lo sacudí lentamente. — Thiago, contesta, por favor. — nada... no decía nada. ¿Qué carajos había pasado? —¿Fue Samanta? ¿Ella te dijo algo o... mandó algo que no te gustó? —

Miré a mis hermanos en búsqueda de alguna respuesta o de que me ayudaran a resolver mis dudas, pero ellos se encogieron de hombros, contestando mi pregunta interna. Solté un suspiro y miré de vuelta a mi amigo ¿Qué le pasaba?

— Él... él sabe que me llevé a Isabela — murmuró por lo bajo, di un paso hacia atrás, sorprendida de lo que había dicho.

— ¿Qué? — susurré — ¿Cómo lo sabe? No le dijimos a nadie de que nos íbamos, fuimos muy precavidos en todo, Thiago. — no entendía que era lo que estaba pasando, no le dijimos a nadie que nos íbamos de la ciudad, por el mismo hecho de que ese hombre no supiera lo que estábamos tramando.

— No lo sé, solo me llegó un mensaje esta mañana y en el decía que ya sabía que me había llevado a mi hermana y que sabía en donde me estaba escondiendo. — mi amigo respiró hondo y se llevó las manos a su cabeza. — Joder, ese tipo me tiene cansado de toda la mierda que tiene
¿Por qué no me deja en paz? ¿Por qué quiere llevarse a Isabela? Es una niña, joder. —

Tomé aire, esta situación estaba tornándose muy tensa.

Jodeeeeeeeer.

— Escucha — tomé sus manos y miré a sus ojos, sonreí de manera tranquilizadora, a pesar de que estaba muriendo de los nervios por dentro, pero no tenía que mostrarle a mi amigo que estaba preocupada por él y por su hermana. — , estamos a salvo aquí, Miami queda muy lejos de Florida, él quiere asustarte ¿Cómo podría saber exactamente en donde estamos viviendo?

— ¿Qué está sucediendo, Emily? — pregunta Luke detrás de mí. Solté un suspiro, molesta porque ahora mis hermanos sabrían en el desastre que nos habíamos metido Thiago y yo. Ignoré a mi hermano y le hablé a mi amigo.

— Él quiere asustarnos, no sabe en donde estamos. — afirmé, pero él negó con su cabeza sonriendo irónicamente. Me di cuenta cuán equivocada estaba mucho tiempo después.

— Me mandó un mensaje diciendo que, si no llevaba a Isabela la semana entrante, él vendría con la policía y nos denunciaría por secuestro a una menor, Emily. No es una broma de mal gusto, esto va muy en serio.

Joder, ahora sí estábamos en problemas.

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Guerra de Gemelas ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora