Las vacaciones de mis padres están por acabar, así que antes de volver a su asquerosa rutina, han querido bajar de nuevo a la playa y esta vez, descansar lo máximo posible. Tres días seguidos bajando a la playa y haciéndome levantar temprano solo para coger el mejor sitio a la orilla del agua. Me han dejado agotada, asique, al igual que mis padres, he decidido descansar tumbada en la playa y aprovechar para ganar algo de color.
En el justo momento en que voy a acomodarme para dormir durante unas horas tumbada bajo el sol bronceando mi piel, un perro enorme de color fuego (negro y marrón) se me acerca a olisquearme. Reacciono con temor a que me haga daño, entonces comienza a gruñirme y acaba ladrándome. Con miedo me levanto despacio, pensando en que pueda atacarme. Entonces comienza a mover la cola y saltar a los lados. Tal vez quiera jugar o algo, pero cuando alargo mi mano para acariciarlo, sale corriendo.
- ¿De quién será ese perro...?
Siendo sincera, no le tengo miedo a ningún perro, salvo que de verdad sea agresivo, pero este más bien parecía querer jugar.
- ¡Pedazo de idiota! ¿No podías haberlo agarrado?
Alguien a lo lejos comienza a gritarme e insultarme, por suerte mis padres se han quedado profundamente dormidos y no han podido oírle, sino mi padre le habría asesinado al instante. Cuando me giro para ver quién es....
- ¡Maldición! Debiste haberlo agarrado. Llevo una hora corriendo detrás de él – debía haberme imaginado de quién era el perro - ¡Demonio! ¡Ven aquí!
- Castiel..., debí haber imaginado que era tu perro...
- Es una pena..., quería quitarle el collar para que disfrutara de la playa, en cambio disfruta haciéndome correr tras él... - decía además de enojado, cansado.
- Ahora entiendes como me sentí cuando tuve que atrapar al perro de la directora....
- Salvo porque no es un chucho al que se pueda engañar con galletas. Además, no come cualquier cosa, y tampoco llevo nada encima – refunfuña – Cuando decide desobedecer, es para echarle de comer a parte. Lo más fácil habría sido agarrarlo cuando estaba a tu lado, pero ni siquiera eres capaz de hacer eso....
- ¡No lo pagues conmigo! Yo estaba tan a gusto tumbada tomando el sol cuando ha venido hacia mí. Además me he levantado temprano y estoy cansada....
- Eres una inútil....
Tras insultarme se va en busca de Demonio sin darme la oportunidad de defenderme. Mientras teníamos esta discusión, mis padres seguían dormidos. Es una suerte que no se hayan despertado.
Me dejó con la palabra en la boca, pero sabiendo como es Castiel no le doy demasiada importancia a nuestras discusiones. Después de todo ambos somos similares en ese aspecto; solemos decir cosas que no queremos cuando estamos cabreados por algo.
Tenía pensado estar todo el día descansando tumbada en la toalla y dormir, pero ahora me siento mal por no haber detenido a Demonio.... He decidido dar una vuelta por si le veía, y al rato he visto a Demonio corriendo por la orilla. Cuando me ha visto, se ha acercado a "saludar" y ha vuelto a salir corriendo.
- ¡Anda, hola! No esperaba verte aquí.
Una voz conocida ha hecho que me girase.
- ¡Hola Iris! – esbozo una ligera sonrisa.
- ¿Quieres venir conmigo a bañarte? Tengo también muchos juegos de playa, nos lo vamos a pasar genial.
- Ah... gracias Iris, pero estoy buscando al perro de Castiel....