Ha pasado una semana desde que comenzaron las vacaciones de verano, y aún no sé nada de la gente del instituto.
Mis padres han decidido que llevarme a la playa me sentaría bien, ya sabéis, un cambio de aires, o eso dicen ellos. A mí no me gusta demasiado la playa; la arena ardiendo, el sol reluciendo en el cielo, el agua salada... todas esas cosas no me agradan. A parte de todo eso, se me ha olvidado el bañador en casa, y esta está bastante lejos de la playa, así que estoy obligada a comprarme uno nuevo.
Fui con mi madre a una de las tiendas a por un bikini nuevo, este es de un color morado con abalorios, de colores rosas y verdes celestes, en las tiras. Nunca había visto un bikini tan bonito en mi vida. Siempre había bikinis con volantes o con colores demasiado chillones o negros, nunca había visto un diseño tan original.
Una vez me puse mi nuevo bañador y mi pareo, ambas nos dirigimos hasta la playa, donde mi padre ya había escogido un sitio algo alejado del agua marina. Mi padre tampoco es un fan de la playa, sin embargo a mi madre le encanta estar sobre la arena y sumergirse bajo el agua.
Bueno, ya que estoy en la playa, lo mejor será dar una vuelta para ver qué hay. Observé a ambos lados antes de iniciar mi marcha, decidiendo por cuál de estos comenzaba a caminar. Al final me dio igual el camino, cogí mi mp4, conecté los cascos y comencé a caminar por la orilla permitiendo que el agua refrescase mis pies. Al rato de estar caminando me fijo en el mar y en las olas que forma, en una de ellas, un chico rubio tatuado, domina la ola. Al verle, me parece sencillo surfear, aunque sé que no lo es.
Alguien toca mi hombro, lo que hace que me sobresalte un poco, cuando vi quien era, me quedé tranquila.
- ¡Rosa! - digo feliz de verla.
- ¡Hola! ¿Cómo estás? No esperaba verte aquí.
- La verdad, yo tampoco me lo esperaba - observo a Rosa de arriba abajo mirando su bañador, es espectacular.
- ¿Has venido sola?
- Ah, no. Estoy con mis padres - señalo hacia donde están ellos.
- Vaya... - dice decepcionada.
- ¿Habéis venido de excursión familiar? - pregunta Leigh, situado detrás de Rosa.
Leigh, lleva puesto uno de sus trajes victorianos que le cubre todo el cuerpo, incluyendo el cuello. Nada más verle, me da calor.
- Por cierto, ¿no tendrás protección solar? He olvidado el mío en casa, y no me gustaría quemarme.
- Pues no, no tengo, pero iba a comprar uno ahora. Puedo prestártelo, si quieres.
- ¡Oh! Me salvas la vida
Me alejé de ellos y me dispuse a buscar al vendedor que suele haber en cualquier playa. Aquel hombre me resulta sumamente familiar, juraría haberle visto en algún otro lado. Le compré el bote de protección solar y regresé junto a Rosa y Leigh.
Nada más darle el bote a Rosa, hizo que Leigh le echase la crema por la espalda. "Tiene suerte de tener a alguien que la ayude con eso..." - pensé en ese momento.
- Por cierto - llama Rosa mi atención - ¿Has visto a Lysandro? Ha venido con nosotros, pero hace rato que no le veo por ningún lado....
- ¿Ha venido... con vosotros? - digo algo confusa.
- ¡Claro! Lysandro no sale muy a menudo, así que le hemos forzado a venir.
"O más bien le habrás forzado tú a venir", pensé.
"Pero, si Lys ha venido, quiere decir que está en bañador, por lo tanto, podré ver su tatuaje", de mis ojos saltan chispas y brillos que muestran mi emoción ante aquella idea. "A no ser que haya venido igual que su hermano, tapado hasta las cejas", mi emoción pronto se vio destruida.
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