¡Caramba! ni siquiera sabía que el instituto tenía un periódico escolar, pero no hay un club de periodismo aquí. La encargada del periódico es Peggy, una chica muy entrometida, curiosa y un poco de todo. Nada de lo que ocurre en el instituto se le escapa a esta chica y cómo iba a olvidarse de mi pequeña investigación del fantasma del colegio.
Sé que lo del fantasma al final fue una farsa. Tras saber quiénes eran los fantasmas prometí no decir nada a nadie. En resumen, si Peggy se entera de la noticia falsa de los fantasmas, del robo de las llaves y de las visitas nocturnas al sótano del instituto, todo el instituto se enterará, por lo tanto fallaré a mi promesa.
La chica es muy persistente, no para de hacerme preguntas que no puedo contestar. No debo contestarlas o seré castigada moralmente.
· Tú eres quien investiga sobre el fantasma del instituto ¿verdad?. ¿Puedes contarme que has averiguado?.
· Eh... ¿y eso?.
· Cuéntame qué o quién era y qué ocurre por las noches.
· Eh... realmente no he averiguado nada. Me imaginé cosas y acabé por hacerme una película con eso.
No puedo esconderla nada, según ella. Menos mal que las voces de la directora, oídas por todo el pasillo, anuncian una nueva noticia jugosa.
En ese momento tenía tres opciones: ir directamente a ver lo que ocurría, cotillear un poco o irme y no prestar atención a esto.
Eligiese lo que eligiese aun podía oír a la directora por todo el pasillo echando la bronca y amenazando a Nathaniel con su expulsión del centro. Por lo poco que he escuchado, se han perdido los documentos de la sala de profesores o, mejor dicho, los han robado.
Nath sale muy disgustado, asi que me acerco para saber a ciencia cierta lo ocurrido.
· ¿Estabas ahí escuchando? - dijo el rubio al verme justo al lado de la puerta.
· Para nada. Sólo pasaba por aquí y escuché a la directora dando gritos - me excusé. - Pero de todas formas, dime, ¿Qué ha ocurrido?.
· Han robado los documentos de la sala de profesores - No me ha aportado información nueva....
· ¡Y has sido tú! - quise adivinar bromeando.
Nath se lleva la mano a la frente, tal y como suele hacer cada vez que se malhumora un poco, y replica:
· ¡Claro que no!. Pero ya que la sala está siempre cerrada y yo soy el único estudiante que tiene la llave... - descansa un poco y se tranquiliza - La directora piensa que yo tengo algo que ver con esto.
· Comprendo... - intento apaciguarlo.
· Pero no tengo nada que ver con esto. Alguien me robó la llave y después los documentos.
Entiendo su situación, el ser culpado por algo que no ha hecho, el ser el único sospechoso en todo el instituto, y ser quien deba arreglarlo sin tener culpa. Bueno, un poco de culpa tiene.
· Te ayudaré - su rostro se ve relajado - Ta vez si vamos a la sala de profesores encontremos alguna pista.
· Ya te he dicho que no tengo la llave - me replicó - y tampoco tengo permiso para entrar allí hasta que todo esto se esclarezca.
De todos modos debo hacer algo y, además, ya me he comprometido a ayudarle.
Nath regresa a su trabajo, le gusta mucho lo que hace como delegado principal. Peggy también ha estado espiando, y pretende sacar buen provecho de tal información. Nath me da pena, puede llegar a convertirse en la mayor comidilla del instituto, pero lo peor es que puede ser expulsado si no encuentra los documentos.
