Nada más llegar al instituto es la directora a quien primero me cruzo, esta me detiene un momento para guiarme en mi primer día en el Sweet Amoris. La directora me ha encargado encontrar al delegado de la clase quien recogerá todo el papeleo, pero... ¿cómo saber quién es?
Camino por el instituto observando cada baldosa, cada taquilla, cada clase... cada persona con la que me cruzo, incluyendo a un trió de chicas muy bien vestidas, estilosas, pero de aspecto arrogante y la rubia es la peor de todas, la cabecilla del grupo y la más estirada. Tranquila ando por el pasillo y la rubia choca conmigo tirando todos los papeles que llevaba en la mano, - genial- pienso para mí mientras el trío se ríe de mi torpeza y estupidez. Recojo rápidamente los papeles y me alejo ignorándolas fingiendo que no ha ocurrido nada, pero una broma sin reacción de la víctima no es divertida, por lo que la rubia de bote me agarra del brazo y bruscamente me lanza hacia las taquillas dañando mi espalda.
- ¿De qué vas rubia?
- Escucha bien, aquí solo eres la chica nueva a quien nadie le importa, y si te pasas de lista, créeme cuando te digo que lo vas a pasar muy mal.
- Mira no quiero problemas, así que yo me olvido de ti y tú haces como si no existiera, ¿de acuerdo? - intento huir de allí, pero las otras dos chicas me acorralan.
- Te he dicho que no te pasases de lista - me agarra fuertemente un mechón de mi pelo cobrizo - y ahora te vas a arrepentir - susurra en mi oído mientras tira más fuerte del mechón.
Suelta el mechón haciendo que mi cabeza golpee las taquillas y comience a dolerme dándome un pequeño mareo. El trío de chicas se aleja riéndose y burlándose de mí, pero esto no va a intimidarme, he vivido intimidada toda mi vida y ahora que vuelvo a empezar de cero no pienso callarme nada, - en cuanto vea a la directora haré que las castigue o algo por el estilo - digo entre dientes por el cabreo, y el dolor de cabeza.
Sigo pasillo adelante pensando en encontrar una sala de delegados todavía dolorida por el golpe en la cabeza. Por fin encuentro la sala y decido entrar cuando la puerta se abre sola, una chica de pelo castaño y vestida de azul, resulta ser muy guapa y muy amable, no como las tres de antes.
- ¿Necesitas algo? - dice la castaña de forma muy amable
- Em... sí, busco al delegado. La directora me ha dicho que debo entregarle a él los documentos del traslado de instituto.
- ¡Oh! ¡tú eres la chica nueva!
- S-sí
- Verás Nath no se encuentra ahora mismo, creo que ha ido a la sala de profesores... si quieres le entrego yo los documentos
- Muchas gracias pero prefiero entregárselos yo en persona
- E-está bien, como prefieras
- Aunque... ¿puedes indicarme dónde está la sala de profesores?
- Mejor si te acompaño ¿no?
- Muchas gracias
Juntas vamos a la sala de profesores en busca de ¿Nath? Siquiera puedo imaginarme su aspecto, jamás he conocido a nadie con ese nombre. Y ahora que me acuerdo la chica no me ha dicho su nombre, ni yo el mío; decido presentarme porque el ambiente está algo tenso, y ella hace lo mismo. Melody se llama la castaña y además ayuda a... Nath... en las tareas del delegado, tal vez estén muy unidos, demasiado para ser simples compañeros de clase creo yo.
Llegamos por fin, Melody llama y entra en la sala haciéndome esperar fuera, rato después un rubio de ojos dorados sale de la sala seguido de Melody. El dorado de sus ojos me dejó hipnotizada, los colores eran realmente hermosos y...
