The Heroes of Aikami

Prólogo 7: Guerrera en días de granjera

Tras la derrota del Tirano de las Sombras y el Rey del Mal, el reino de Hyrule ha recobrado progresivamente su brillo inicial. El héroe y la princesa alzaron nuevamente la paz sobre los ciudadanos, el mundo es feliz y tranquilo de nuevo, incluyendo el poblado de Kakariko.

Allí, con los días pasando armónicamente, una de las habitantes correteaba a los cuccos para conseguir el desayuno, no los cuccos, los huevos. Pero los animales son inteligentes y no perdían la oportunidad de dejar en ridículo a la muchacha. Se subían a los tejados, entraban a los sitios difíciles de alcanzar, también se le subían a la cabeza para después escaparse. No podía ser ruda con ellos, los cuccos son hostiles ante el peligro, los hacía mejores que un perro guardián... Si es que se quedaran quietos.

Esa chica que los persigue es conocida como Lindsey. No tiene padres, vive sola en su casa. Sus rasgos faciales son hylianos, su cabello es negro ondulado, a veces lo ataba, sus ojos marrón, la ropa que llevaba siempre era muy conveniente a la hora de combatir, al igual que sus dagas, pues estaba lista por si surgía algún malechor en los alrededores.

Sin embargo, ningún malechor podía joderla tanto como los cuccos del corral.

Al fin uno estaba a su alcance, justo cuando estaba por alcanzarlo en el sendero, fue cuando una explosión en la tienda del viejo Don Mechas hizo brincar de susto al pueblo, incluyendo a Lindsey que tropezó, dejó escapar al cucco que se fue volando, y cayó rodando al lago.

Lindsey: ¡No me joda, Don Mechas!

Gritó ella al salir del agua, sabiendo perfectamente que el hombre no podría oírla mientras estaba tratando de recolocar la puerta de su tienda.

???: Pudo ser peor.

Esa voz desconocida estaba justo a su lado. Al voltear vio a una extraña doncella, con los colores de la mismísima diosa Farore... Cosa que al instante pensó que era absurdo pensar.

Lindsey: ¿Quién-

Sin poder terminar, fue llevada por un portal, sin que nadie a su alrededor lo notara hasta que desapareció.