The Heroes of Aikami

Prólogo 11: Niño querido

Un niño de primaria preparaba el equipaje en su maleta, estaba muy emocionado por el campamento de verano donde podría jugar todo el día sin preocuparse por las clases. Era un peque rubio de chaqueta marrón, jeans azules y botitas marrones. Su nombre es Mike.

Mike era muy sociable, así que podría decirse que cualquiera era su amigo. En el campamento sus amigos, realmente son todos menos los abusones, a los que simplemente ignoraría de nuevo. Pero lo que realmente le emocionaba de ir para allá, era sin duda la práctica de sus variadas habilidades psíquicas.

Telepatía, telequinesis, cryoquinesis, hypnoquinesis, levitación... Y quién sabe si muchas más, las desempeñaría todas para salvar al mundo de lo que se viniera, igual que lo hicieron amigos suyos.

La madre del niño asomó a la habitación, viendo un sobreesforzado intento del pequeño para cerrar su maleta.

Madre: ¿Está muy difícil?

Mike: ¡No, mami, yo puedo!

Haciendo sentadillas sobre la maleta, consiguió que se cierre. Orgulloso de si mismo, él sonrió a su madre, esta se aferró al marco de la puerta.

Madre: Me harás falta...

Mike: Mami, no me iré años. Volveré en... *Cuenta con los dedos* ¡Tres meses!

Ella estaba esforzando su tranquilidad, con cariño besó la cabeza de su peque, mirándolo a los ojos.

Madre: Que no te pase nada, estaré aquí esperándote.

Mike: Sí, mami.

...

Salió corriendo de casa tras abrazar a su madre, despidiéndose una vez más. A medida que corría, más dejaba salir su emoción, yendo alegre y dando brincos de cuando en cuando. Pero su carrera fue detenida al presenciar en frente de sí un portal.

No sabía quién, cuándo ni cómo, pero no lo podía dejar ahí. No sabía si se trataría de algún problema... En todo caso, tenía sus poderes por si algo malo pasaba, ¿no? Sin miedo se acercó paso a paso hacia el portal. Ya casi dentro, se dio cuenta de que algo lo absorbía, y para peor, que aunque intentó levitar para zafarse... La fuerza invisible lo arrastró como gravedad hacia dentro del portal.

La mujer al lado de este estaba extrañada porque aún ni había ido a buscar al niño que fue hacia ella solito.