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8. La Cita


Durante la primera semana no todo fue de color verde manzana olor a nutella... No, hubo peleas, bromas pesadas, zorras, pero también algo de besitos y apapachos.



- hola chicos, por si no lo saben yo soy Megara y seré su asistente psicológica durante el experimento. ¿Comenzamos?

- YO, quiero empezar - dijo Anna - es un fastidio, lo detesto es... mentalmente igual a mí ex, jefe. Un niño, infantil, descortés, malvado... ¡me obliga a limpiar las gracias de su perro!

- ¿y tú te quejas?, yo no fui el que invadió el baño con sus, cosas de mujeres. Eres egoísta, mandona, y algo grosera. Pero lo peor, ¡me dices infantil a MÍ!

- Ambos: - ¡¡Me caes muy mal!!


- ok, ok, OK. 1° no pueden invadir mi consultorio con todos sus -¿Cómo decirlo de la manera más sutil?- altibajos... este experimento es un trabajo en equipo, no solo pueden quejarse el uno del otro. Deben, trabajar - dijo ella entrelazando sus manos. - de otra manera, serán demandados por incumplimiento.

- pero-


- voy a eso, déjenme terminar... 2° busquen otra forma de entenderse mejor, vuelvo y repito, trabajen en equipo y todo saldrá bien. 3° Es normal que peleen hasta por el piso en el que caminan. Y 4° deben retirarse... sus 15 minutos se acabaron y debo aconsejar a otras 30 personas hoy.

- gracias - dijeron los dos sarcásticos.

- de nada - les respondió de igual manera.


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- Mérida, Hiccup ustedes han sido los más tranquilos hasta ahora... ya van 7 minutos y solo escucho liras griegas, ¡una estrellita! - en serio, les dio una estrella a cada uno. - pero, o hay algo que les incomode ó, de verdad son almas gemelas.

Ambos rieron.

- pero en serio, debe haber picante.

- bueno... - hablo la pelirroja - se la pasa mucho con, la vecina. - dijo para cruzarse de brazos, celooos.

- hey, creí que no te molestaba que-


- cierto, no me molesto las primeras veces. Pero ella se convirtió en tu compañera más que yo.

- oye, no es que sea de mi agrado aquello que dijo Mérida sobre ti. Pero es lo menos preocupante que he visto hoy. Solo les aconsejo una cosa... deben pasar la mayor parte del tiempo juntos, concubinato, sino serán mi mayor fallo. Aunque, adoro que se lleven tan bien. Adiós.

Salieron de la sala en silencio, mirándose incómodos.


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- Jackson, ¿Cómo se te ocurre dejarla fuera del apartamento por 3 horas? Amor dale un abanicazo - le pasó el objeto y la platinada lo golpeo.

- pero ella no es perfectamente una buena inquilina - se defendió el.

- te matare Jack - dijo ella - planche tu ropa, limpie el lugar entero porque parecía un chiquero, lave los platos y hasta le hice mantenimiento al aire acondicionado, ¿en serio soy mala invitada? Mi amor me vas a perdonar, pero más bien no te demando por, lo que sea que se me ocurra.

- tiene razón.


- Megara deberías ser neutral...

- soy neutral, pero tengo orgullo niño, así que a ti te aconsejo ser más cortes, y a ti te aconsejo - Elsa la miro sorprendida -te aconsejo cederle menos, un poco de egoísmo no es malo de vez en cuando. Además, al firmar ese papel técnicamente ustedes están casados - ellos se miraron horrorizados - mal ejemplo, PERO, un matrimonio solo se mantiene a flote sí colaboran. Salgan de aquí ya. - señalo la puerta.


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- lo odio

- eso dolió pequeña inocente - le dijo él.

- bien, comen-


- me despidieron, me boto el champú, me daño el celular, por su culpa mi cabello tiene un mechón de color oliva. ¿Suficiente?

- espera, se te ve bien... - le respondió Megara

- sí, lo sé pero soy rubia natural y...

- me toca, me dejo estéril, estoy seguro... es eso grave, ¿no? ¿Puede ir presa?

- fuiste tú el maldito que mato mi oportunidad de un ascenso.

- ¡ya! Por ahora tienen, muchos problemas... deben poner de su parte AMBOS, y por favor, por favor, no se maten. La que sufre por ustedes soy yo; ¡¿y qué creen?! Se acabo el tiempo al fin. - sonrió desesperada.



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- ¡Amigas! - Corrí hacia ellas casi llorando - voy a enloquecer.

- estamos igual - respondieron Punzie y Elsa. Al notar el silencio de la otra la miramos expectantes.

- ¿qué? - dijo Mérida.

- no es un paraíso, ¿o sí? - dije.

- eh... más o menos chicas.

- zorra - susurro Punzie.

- te escuche.

E, A, R: ¿y tú que estas mirando? - le dijimos a nuestros prospectos.


- ya, ya... liberen su ira y canten un poco, ¿sí? - dijo el concubino de Mérida.


La Encuesta (Jelsa, Mericcup, Kristanna, Eugenzel) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora