Yo estaba sentada en el sofá mientras observaba por la ventana los autos y a la gente pasar.
Kristoff había salido a comprar las provisiones, o que se yo.
Dejo un arma nuclear con sus datos personales llamada teléfono...
Escuche sonar el aparato extraterrestre diabólico y lo tome entre mis manos, el icono de llamada mostraba a una castaña de tez pálida con lentes de sol en traje de baño, el busto grande y buen trasero.
No tenia nombre, solo una flor, quizás se llame así; quizás.
- ¿Qué haces con mi celular? – brinque del susto.
- oh, yo... yo estaba, sonó y lo tome pero— ¿donde quedo mi perfecta forma de hablar?
- suficiente – me lo quito y se fue a la cocina.
2 horas después yo le abría la puerta a esa misma castaña.
- ¿esta kiri?
- ¿kiri? – pregunte.
- ¡polie! – me empujo y la levanto por el aire. Yo carraspee y me miraron con perturbación.
Yo solo bufe y me encerré en el cuarto hasta que "polie" se fue.
8:00 p.m.
- vaya, la hubieras dejado a dormir – le dije con sarcasmo.
- ¿te molesto la visita de polette? – me pregunto burlón.
El agua que yo estaba bebiendo salió como una fuente, que iba directo a su cara. No aguante la risa.
- polette... - comencé – tiene nombre de helado – y me burle. Gran final.
- ¿estás celosa?
- por favor, ni que fueras.- puso un dedo en mis labios y hablo:
- ¿acaso quieres que sea un Héctor de Troya? – no me lo creo – que te proteja y ame como él lo hacía con Andrómaca... que luche con valentía como él lo hizo algún día. Y que sea tan devoto a los dioses como él lo era con Poseidón y Apolo, quienes forjaron los altos muros de aquella ciudad.
- Kristoff... eso fue, - <eso fue hermoso> iba a decir pero... - ¡no te desvíes del tema! – el había sonreído pensando que le haría un cumplido por su resumen barato de La Iliada, pero no.
Lo abrace para no dejarlo en vergüenza y lastimar su orgullo de macho. El en respuesta se quedo sorprendido.
- para ser un tonto sabes cómo hacerme sentir mejor...
- Hay nutella y oreos en la cocina – le di un beso en la mejilla y salí corriendo a comer.
A pesar de todo creo que empezamos a llevarnos bien. O algo parecido. Ah, ni yo misma me entiendo a veces. Ni yo misma.
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La Encuesta (Jelsa, Mericcup, Kristanna, Eugenzel) ©
Teen FictionResumen: ¿Por qué demonios tengo que ser tan necia? ¡Claro que sí! Oh, Anna. Es una sencilla encuesta, no leas lo demás, ¡estas ebria! Solo responde las preguntas y te dejaran en paz. Llama a tus amigas para que la hagan contigo. Será divertido, dec...