Adrián despertó, sobresaltado. Estiró la mano y sacó de debajo de la almohada su cuchilla; la misma que había colado en el orfanato después de dar su informe a escondidas en su coche. Se sentó, sin poder identificar qué lo había despertado. Sin hacer ruido, se levantó lentamente. Abrió la puerta, de manera aún más silenciosa. Y fue cuando captó un voz... que provenía del cuarto de los bebés.
Se acercó a la puerta semiabierta de la habitación de los pequeños y se asomó, disimuladamente. Vio a Tom, de espaldas a la puerta, bailando con la pequeña entre sus brazos, cantándole en voz baja.
—Tú eres la luz de mi vida; eres mi amor, mi alegría, mi bebé que me calma el alma con risas; eres mi refugio y mi verdad.
El corazón de Adrián dio un vuelco extraño al escuchar la letra de la canción o quizá el amor en la voz de Tom. Llevándose una mano a la cabeza, Adrián dio un paso hacia atrás, dispuesto a regresar a su habitación. Sin embargo, justo en ese momento, sucedieron dos cosas: Ben despertó llorando, y Sammy vio a Adrián, soltando un chillido feliz mientras le tendía las manos.
Tom se giró y con una sonrisa, se acercó a Adrián y le colocó a la niña en los brazos.
—Has llegado justo a tiempo. Espero que no te hayamos despertado —decía Tom, regresando a la cuna para sacar al pequeño.
—En realidad, no sé qué me despertó —mintió a medias Adrián, escuchando a Tom comenzar a cantarle lo mismo a Ben—. Esa es una canción de cuna que jamás había escuchado.
Tom se rio en voz baja, pausando para explicarle.
—No es una canción de cuna. Es una canción antigua de un grupo de rock, llamado Maná, en compañía de una cantante que creo que se llamaba Shakira.
—No suelo escuchar música. —La verdad era que Adrián jamás había escuchado música de ningún tipo hasta que comenzó a salir en misiones. Claro que lo único que había escuchado era música techno-pop en las discotecas donde entraba tras un objetivo—. ¿Esa canción no es muy "adulta" para ellos?
—Solo le canto las partes que reflejan mis sentimientos hacia ellos. Esta canción se llama "Mi verdad" y va así... —Tom comenzó a cantarle la canción desde el principio, sin dejar de bailar con Ben, haciendo que Adrián comenzara a moverse con Sammy, que aplaudía feliz entre sus brazos.
—Hay mentiras en las miradas. Hay mentiras en la piel, dibujadas...
En esa última línea, Tom tocó su espalda levemente. A duras penas, Adrián contuvo un jadeo de sorpresa y temor. ¿Habría sido casualidad que Tom le tocara donde yacía el tatuaje que lo distinguía como exterminador, como asesino de seres sobrenaturales? Estaba seguro de no haberle dado la espalda en la laguna. En ese momento, Sammy recostó la cabecita sobre su hombro, distrayéndolo de sus pensamientos.
Poco después los dos bebés volvieron a quedarse dormidos, por lo que Adrián regresaba a su habitación, cuando Tom lo sujetó por la muñeca y llevó a su propia habitación.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Adrián, sonriendo con picardía.
—¿Revivir el buen rato que pasamos en la laguna? —preguntó Tom, a su vez, con una sonrisa traviesa.
—¿Quién dijo que fue tan bueno? —Adrián comenzaba ya a desnudarse.
—Los jadeos y las súplicas de "más" que recuerdo. —Tom se quitó la camisa de su pijama y la lanzó sin mirar dónde caía; el pantalón corrió la misma suerte.
—¿Cómo sabes que no fingía? —Adrián se le acercó, acariciando los vellos en el pecho musculoso de Tom, descendiendo lenta y seductoramente. Le gustaba cómo brillar esos ojos verdes antes de comenzar a oscurecerse por la lujuria.
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SPARK OF MAGIC
FantasyAdrián Sloane, exterminador de seres sobrenaturales, va tras las pistas de un chispazo que aparece esporádicamente en las montañas de un país lejano, sin levantar sospechas hasta que llega un agente recién graduado a la agencia y les señala que lo q...