DESCONOCIDO

Despertar

Cuando abrí los ojos estaba amarrada a una cama, miré alrededor intentando comprender dónde estaba, no era la misma habitación de siempre fría y oscura, esta era blanca y totalmente iluminada. Estaba en un hospital, pero ¿cómo había llegado allí? Momentos después un hombre entró a la habitación, me sonrió amablemente y preguntó:

-¿cómo se encuentra hoy Clara? ¿Ha logrado recordar algo más?

- ¿qué es este lugar y por qué me tienen amarrada?- es todo lo que respondí.

-¿acaso no recuerda nada? ¿No recuerda a sus hijos? ¿A su esposo?

-Sí…mis hijos, los recuerdo, ellos…ya no están. Mi esposo, Marcos, él también está muerto.

El hombre me miró extrañado, movió su cabeza hacia los lados con cierta decepción y me tomó compasivamente la mano -¿Marcos? Ese no es el nombre de su esposo Clara, su esposo se llamaba Daniel.

-¡No! ¡No! ¡No! mi esposo se llamaba Marcos no Daniel- grité desesperada, quería soltarme y lo intentaba con todas mis fuerzas.

-Cálmese por favor o se hará daño, tranquila Clara, todo estará bien- mis gritos se hicieron más intensos, quería escapar de allí y no podía ¿por qué me decían esa mentira? Mi esposo se llamaba Marcos, tenían que entenderlo. La puerta se abrió y otro hombre con un ambo blanco entró deprisa, me inyectó algo en el brazo y comencé a sentirme adormecida…ya no podía modular ni una palabra. Los escuché hablar mientras me desvanecía pobre mujer, no hay mucho que podamos hacer por ella.