Capitulo 6

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Han pasado 5 meses desde que escuche las palabras de la tarotista, y mi vida no puede ser más que perfecta. He aquí una vez más, comprobando mi teoría, cada uno forma su futuro y no puede ser leído.

Mañana me caso, y estoy acostada en mi cama, viendo el techo, como si las pequeñas rugosidades que tiene, me develaran el cómo he llegado a este punto. Reflexiono cada etapa de mi vida, me pregunto si las elecciones que he hecho han sido las necesarias y correctas, y hasta ahorita, siempre está la misma contestación, fue lo correcto. No me arrepiento de nada.

Y como si el observar como la hormiga hace su camino sin caer estando de cabeza, me doy cuenta de la magnitud de la decisión que tomaré en 12 horas. Me voy a casar, dejaré de ser una mujer libre y ya responderé por alguien aparte de mí. Me incorporo en la cama y froto con mis manos la cara. Estoy sorprendida, nunca creí llegar a este momento, lo veía tan lejano y difícil. Llegan a mi cabeza las miles de preguntas que en todo este tiempo, nunca estuvieron en mi cabeza: ¿es lo correcto? ¿Es el indicado? ¿Que pasara después? ¿Seremos tan compatibles como hemos sido hasta ahora? ¿Funcionaremos? ¿Seré buena esposa? ¿Quiero hijos ya?

- Detente Kate...- me digo, tratando de detener el tren de las inseguridades, que viene con la intención de derrocar todo. Siempre he superado mis miedos, esta no debe ser la excepción.- todo va a salir bien, ambos están haciendo lo correcto. Nos amamos, respetamos y confiamos mutuamente. Los hijos no llegaran inmediatamente y los dos estamos de acuerdo, vamos a prosperar en nuestros trabajos y disfrutar de ambos. Punto. quédate ahí Kate y deja de desvariar.

Busco el reloj de mi buró y marca las 11:00 pm. Debo descansar, mañana me espera un día ajetreado, pero sobre todo, me espera el mejor día de mi vida, el día que me convierto en una nueva mujer. Con ese pensamiento y la ayuda de ciertos borregos saltando bayas, voy dejándome llevar, cayendo en un mundo de sueños, deseos y libre de ataduras, miedo e inseguridades.




Me despierta un revuelo que comienza escuchándose a lo lejos, para después sentirlo encima de mí, literal. Ale está hablando sentada en mi cadera izquierda, hablando de forma excitada acerca de vestidos, ramos, y felices para siempre. Tardo bastante en captar que hablan sobre mí y el día en especial que es. Mi boda.

- Y te veras hermosa con tu vestido. Es espectacular enserio, lo ame hasta más que el mío, y deja tu eso, el maquillaje que elegiste, esta increíble. Ya te quiero ver, dios si, si, ya falta poco Kat.- el matrimonio le ha asentado de maravilla. Aunque apenas llevan 4 meses de matrimonio oficial, se le ve una chispa reluciente y muy diferente a la que nos tenía acostumbrados, su hiperactividad, ha sido calmada, y ahora le rige otro tipo de emoción, más tranquila. transmite un magnetismo increíble, que te es imposible estar alejado de ella. Y físicamente se muestra también. Hasta su cabello se le ve con más brillo, al igual que su piel, y trae una sonrisa permanente. Espero lograr lo que ella tiene y que se duradero.

- Alejandra, déjame despertar por favor como gente decente.-a duras penas me levanto y veo el reloj, 10:30. Me siento fresca, relajada y con expectativa. Para nada nerviosa, creo que sirvió la charla interna que tuve anoche.

- Ya me voy, date un baño, de esos que duran una eternidad y avísame cuando acabes, porque quiero hablar contigo.- dicho eso, sale murmurando sobre mantelería, acomodados de mesa y arreglos florales.

Me estiro en la cama, dejándome llevar por la emoción y disfrutando de mis últimos momentos de soltera. Me levanto con toda la disposición de ir al baño, pero dentro de mí, algo me pide llamar a Jared. Le hago caso, mas por la curiosidad de saber cómo lo lleva esto. Realmente ha sido bastante reservado y hasta cierto punto lejano en todos los preparativos, alegando que tiene mucho trabajo o que son cosas más para mí. Hubo bastantes discusiones sobre eso, que al final terminaban un increíble sexo de reconciliación. Pero son cosas que por más placer que tenía en esos momentos, quedaron en mí. Y me hacia recordar mucho a Guerra de Novias. Por eso, siempre trataba de mediar y ser razonable. Tomo el celular y marco. Responde al tercer tono.

Decisiones Dificiles (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora