Tú, mi enemigo, mi amor, mi vida.

Capítulo 7: Recuerdos.

Llevamos como medía hora andando por este túnel, la única luz que tenemos son pequeñas antorchas de fuego que dan muy mala espina, ya que no sabemos quién ha pasado por aquí antes para que estén encendidas, lo único que me tranquiliza es que este túnel a lo mejor nos lleva fuera del bosque.

—Noah, mira eso. —Señalo con el dedo escritos que hay en las paredes—. "Estáis muy cerca de descubrir el pasado y el futuro" ¿Que significa eso, Noah?

—Ni idea, pero no tiene que ser nada bueno. —Me mira extrañado—. ¿Sabes leer?

—Pues claro que se leer, si el primer día que llegué aquí me cogí un libro para leerlo.

—Ah es verdad, es que en la aldea la mayoría no saben leer, solo Liam, yo, Will y pocos más.

—¿En serio? Pues cuando lleguemos a la aldea les enseñaré. —Noah se pone serio.

—Nicole, no vamos a volver a la aldea, hazte a la idea, lo más probable es que nos muramos de hambre en este sitio, o nos mate algo.

—Me estás hartando con tu negativismo —respondo cabreada.

—¿Esa palabra existe?

—Yo que se. —Ambos reímos—. Ahora que estamos aquí los dos solos. ¿Me puedes explicar porque no me dejas estar en cocinas y me obligas a estar contigo en el huerto? Me lo podrías decir, ya que vamos a morir según tu.

—¿Aún no te has dado cuenta verdad?

—Que me dé cuenta de que.

—Nada, déjalo. —Yo me acerco a él.

—¡Fuiste tú el que echaste algo en la comida verdad! Para que todos se pusieran malos y no me dejaran entrar más en cocina. —Él se pone nervioso y comienza a tocarse el cabello haciendo que se alborote aún más.

—Bueno... sí, lo confieso, eché una medicina para cuando estamos estreñidos. —Yo abro los ojos como platos atónita.

–¡Que! Mira que lo sabía, ¡porque hiciste eso imbécil!

—Porque me daba miedo que te pasara algo.

—¡Pero que me va a pasar! ¡que me corte con un cuchillo o me queme! —le digo chillando.

—No, eso no, bueno que más da, y no grites.

—¡Pero entonces porque...! —No me deja terminar la frase, ya que pega sus labios con los míos, yo me aparto de inmediato—. ¡Quita! ¡qué haces! ¡Por qué me besas imbécil! —le digo pegándole una bofetada en toda la cara.

—Si por cada beso que te vaya a dar me pegas al final acabaré con la cara morada —responde acercándose a mí de manera intimidante sonriendo de lado.

—Entonces no me beses más y yo no te pegaré, ¡y por qué me has besado! Quien te has creído que eres, mi novio o que.

—Ojalá... —Yo abro los ojos a más no poder.

—¿Qué?

—Te he besado para que te callaras, no dejas de hablar, y como haya en este túnel monstruos oscuros y nos escuchen nos matan, mantén el pico cerrado por favor.

Seguimos caminando un poco más en silencio, cuando escucho un sonido muy familiar, ¡un pájaro!

—¡Un pájaro! —lo sigo corriendo.

—Nicole, ven aquí, ¡no vayas tu sola! —Noah me sigue por detrás.

No le hago caso, ni le escucho, estoy demasiado feliz como para escucharle, ese pájaro significa que hay una salida en este sitio, con suerte es la salida del bosque al otro mundo. Pero, para mi mala suerte, le pierdo de vista enseguida.