Tú, mi enemigo, mi amor, mi vida.

Capítulo 9: Cambios.

Poco a poco voy recordando cosas de mi pasado, y lo que más me asusta es que Noah está en ellos...

Me está empezando a dar otro fuerte dolor de cabeza y vuelvo a cerrar los ojos.

Nueve años antes...

—Nicole, eh, Nicole —exclama Noah escondido en las escaleras.

—¿Qué haces aquí? Deberías de estar en la habitación —respondo pálida, él corre hacia mí.

—Ayúdame por favor, esos señores son malos, me quieren hacer pruebas y cosas que yo no quiero —dice a punto de llorar, yo no digo nada, desvío la mirada hacia otro lado.

—Lo siento, pero mami no me deja ayudarte.

—Pero somos amigos...

—Nos volveremos a ver y seremos amigos cuando encuentren una vacuna, ya verás. —Le cojo de la mano—. Pero ahora debes irte con esos señores. —Se aparta de mí llorando y pálido.

—Pero de que estás hablando... no... no me vas a ayudar verdad. —Le miro por última vez y abro una puerta.

—¡Mami está aquí, Noah está aquí, se ha vuelto a escapar! —mi madre sale corriendo y presiona un botón rojo.

—¡Cogedlo! —Noah intenta escapar, pero unos hombres se lo llevan cogiéndole por los brazos.

—¡No, dejadme! ¡Nicole, ayúdame por favor! —Me llevo las manos a la boca al ver como se llevan a Noah.

—Has hecho lo correcto cariño mío —exclama mi madre tocándome el cabello.

—No le harán daño, ¿verdad mami?

—Por supuesto que no amor, ya te he explicado todo, vamos a tomar un chocolate caliente a la cafetería.

Todo se vuelve blanco.

Presente...

—¿Que estás haciendo aquí, bombón? —dice Noah acercándose demasiado a mí
—. Que ganas tenía de hacer esto.

Me coge de la cintura y me besa, no sé por qué, pero le sigo el beso. Comienza a darme pequeños besos por el cuello, y así de la nada él ya está sin camiseta y sin pantalones, de un tirón me quita mi camiseta y me baja los pantalones en un abrir y cerrar de ojos.

¡¿Pero qué me pasa?, ¿por qué le dejo?!

Se tira encima mía y me quita el sujetador.

—Eres perfecta, mucho más que todas las chicas que estaban en la otra aldea.

Dicho esto, se quita lo que le queda de ropa, yo por supuesto no miro, no reacciono, no sé qué me pasa que no puedo ni hablar ni moverme.

—Espero que esto lo disfrutes tanto como lo voy a disfrutar yo...

Escucho muy de fondo a alguien llamándome por mi nombre.

—Nicole, Nicole, despierta, despierta, por favor.

Abro los ojos y me encuentro con la cara de Noah, su perfecta cara.

Me aparto de él inmediatamente al acordarme del sueño que he tenido con él. O a lo mejor no ha sido un sueño...

—¿Que te pasa? ¿Por qué me miras con esa cara? ¿Y qué hacías durmiendo en el suelo? Sé que estás cabreada conmigo por lo de antes, pero tampoco es para que te pongas así.

—Tú... tú te has aprovechado de mí mientras estaba inconsciente en el suelo. —exclamo pálida y con miedo, él abre mucho los ojos y comienza a reírse.