Tú, mi enemigo, mi amor, mi vida.

Capítulo 13: Enamorada de ti.

—¿Co-cómo que secuestrada? Que tonterías dices Noah, abre la puerta —respondo riéndome nerviosa, él por el contrario está muy cabreado.

—¡He dicho que estás secuestrada! ¡Y con motivos! Además, ¿a quién se le ocurre?, mira que te advertí, sabía que te iba a forzar, pero tú nunca me escuchas, y si hubierais seguido... menos mal que he entrado justo a tiempo.

—¡No me estaba forzando, para que te enteres yo a Jacob lo quiero mucho y solo nos estábamos demostrando cuanto nos queremos el uno al otro! —digo alzando la voz, eso solo le ha enfurecido más a Noah.

—¡Me da igual lo que me digas, no te creo, eres una mentirosa, siempre estás mintiendo, no sé cómo se te da tan bien! Igual te viene de familia.

Le pego una bofetada en la cara, él me coge de los brazos fuertemente y me tira sobre la cama con él encima de mí; nos quedamos unos minutos con la respiración acelerada mirándonos a la cara, ambos estamos echando chispas por los ojos.

—Te odio —exclamo furiosa.

Dicho esto, me coge de los brazos para que no pueda moverme y me besa, más que besarme me está comiendo la boca. Cuando termina con la boca va directo a mi cuello, yo no digo nada, solo me muevo de un lado a otro para ver si me suelta, me da un mordisco en el cuello y pego un pequeño grito de placer, esto se nos está yendo de las manos.

—¡Noah ya basta, tengo novio! —Él para mi sorpresa para. Sube su cabeza hacia arriba para mirarme a los ojos, está muy sexy ahora mismo, con el cabello alborotado y los labios hinchados al igual que los míos.

—Ese imbécil no merece ser tu novio, te mereces a alguien mejor.

—¿A alguien como tú? —Él sonríe de lado.

—Quizá en un par de años, cuando tengas más edad podemos intentarlo.

—Tengo 17 años Noah, es de las pocas cosas que me acuerdo, y ya no soy ninguna niña pequeña, puedo estar con quien me dé la gana y puedo hacer lo que me dé la gana, y tú no eres nadie para decirme que hacer o que no hacer, ¡y si me quiero acostar con mi novio me acuesto con él!

—¡Por encima de mi cadáver! —Se levanta de golpe y yo me incorporo en la cama.

—Pero ¡cuál es tu problema, porque no quieres que esté con Jacob!

—¡Porque él va a querer hacer cosas contigo de las cuales tu aun no estás preparada! ¡pero allá tú si quieres terminar violada por él!

—¡Y tú qué sabes si estoy preparada o no lo estoy, además, algún día tendré que hacerlo! —Él está de un lado para otro andando nervioso y cabreado.

—Mira haz lo que quieras con él, tienes razón, ya no eres una niña, sabes bien lo que haces.

—Menos mal, parece que al fin lo has entendido, ¿me puedes abrir ya la puerta por favor?

—No, antes quiero comprobar una cosa. —Se acerca hacia mí serio, yo sigo sentada en la cama—. Túmbate en la cama. —Le miro asombrada y sin entender nada.

—¿Por qué quieres que me tumbe en la cama?

—Tú solo túmbate, quiero comprobar una cosa, si me haces caso, te abriré la puerta y te dejaré salir. —Le miro confundida—. Te lo prometo. —Le hago caso y me acuesto sobre la cama no muy convencida, él se acuesta a mi lado—. Confía en mí. —Le miro preocupada.

¿Que pretende hacer?

Me penetra con su mirada y sonríe de lado, su mano va bajando hasta llegar a mi parte intima, me levanta un poco la camiseta que llevo puesta, baja la cremallera de mis pantalones y mete su mano muy lentamente, yo estoy muy quieta y asustada.