Tú, mi enemigo, mi amor, mi vida.

Capítulo 20: ¿Aceptas?

Ambos estamos muy excitados, no podemos apagar el fuego que acabábamos de encender, aunque hace mucho tiempo que ambos lo llevamos encendido, prácticamente desde el día que nos conocimos en la aldea.

—Noah... —Logro decir entre suspiros.

—Te deseo tanto Nicole. —Tiene los labios hinchados y los ojos cerrados, me está besando el cuello descontroladamente.

Sigue unos minutos más besando cada poro de mi piel, va bajando por mis pechos para luego llegar a mi ombligo, me quita la blusa tan rápido que no logro percibirlo, cuando llega al pantalón para, y de nuevo sube por todo mi cuerpo haciendo que tiemble de excitación, su mano se posa en mi parte intima, mi cerebro acaba de presionar el botón de alerta.

—Noah, para —digo como puedo, no sé ni como me ha salido la voz.

—¿Estás segura que quieres que pare amor?

Sigue besándome lentamente, me desabrocha la cremallera del pantalón, yo involuntariamente comienzo a temblar, él lo nota y para.

—¿Estás bien? —pregunta algo preocupado rozando mi mejilla con mucha delicadeza, yo niego con la cabeza.

—No, quiero parar Noah. —Estoy a punto de llorar—. Pensarás que soy estúpida.

—No, por supuesto que no, no digas eso, ya sabes cómo me pongo, perdóname.

—Me tienes que perdonar tu a mí, soy ridícula... mírame, estoy llorando y todo. —Él sonríe y me mira fijamente.

—Para nada, eres adorable.

Se levanta de la cama y va directo al mueble donde están todas las películas. Las mira todas rápidamente, escoge una y enciende la televisión.

—¿Qué película has puesto? —Él levanta sus sexys cejas y sonríe de lado.

—Me apetece ver esta película contigo amor, parece entretenida.

—¿El diario de Noa? —Me empiezo a reír—. No te va a gusta nada, es muy romántica, seguro que te aburres como una ostra.

—Eso ya lo veremos. —Se sienta a mi lado, con sus manos me coge por la cintura, me levanta un poco con sus fuertes brazos y me acerca a su cuello para que me acomode—. He visto que tienes siete películas muy parecidas con el nombre de "Harry Potter", tienen buena pinta la verdad, al terminar esta me apetecería verlas todas contigo amor. —Besa mi nariz.

—¡Claro! A mí me encantan las películas de Harry Potter. Esas seguro que te encantan, no como esta, si quieres la quitamos. —Me levanto, pero él rápidamente me vuelve a sentar a su lado en un segundo.

—No, quiero ver esta película contigo. —Coge fuertemente mi brazo y mi cintura para que no pueda moverme.

—Como quieras.

No me apetece nada ver esta película, no es porque no me guste, al contrario, me encanta, pero para verla con Noah... me da mucha vergüenza por algunas escenas que aparecen en ella. Para mi sorpresa a Noah le está encantando la película, yo en cambio no sé dónde meterme en varias escenas.

Compartimos palomitas, chocolates, galletas... él me da de comer una galleta con su mano y yo a él, si me mancho enseguida me limpia con una servilleta como los niños pequeños.

Hemos hecho muchos juegos tontos durante toda la película, es un amor de persona, ya no me queda ninguna duda.

Está a punto de terminar la película y todo ha cambiado en mí, comienzo a mirar a Noah con otra cara y otro sentimiento diferente en mi cuerpo, uno muy parecido al que he sentido cuando me ha echado la nata.