María, no veo. [#1]

J a m e s.

María tiene algo que no puedo explicar, algo que me impulsa a fastidiarla. ¿No les sucede eso con alguien? No me miren así, yo sé que sí les pasa.

-María, huele raro. ¿Segura que te bañaste esta mañana?

Puedo ver cómo sus hombros bajan en un suspiro, ya entrando en estado de fastidio tan temprano.

    Sí, ese es el efecto que causo en las chicas.

  

   María me ignora, y vuelve a lo suyo. Copiar o no sé.

¿Por qué hasta hace poco no la había notado? Pff, ni idea. Solo sé que no suele hablar mucho, y cuando lo hace de su boca solo salen amenazas hacia mí.

    Su cabello es marrón, entre rizado y lacio. Un desastre si me lo preguntan, pero se las arregla para que le quede bien.

     Tengo una idea de por qué no habla mucho, no soy estúpido. Recuerdo como empezando la secundaria cómo la molestaban por su personalidad introvertida.

  ¿Personalidad introvertida? Quién lo diría, James puede decir palabrotas.

  Luego de eso ella se volvió como un fantasma, se volvió invisible. Y sigo sin entenderlo. Ella no tiene nada que ocultar.

     Ella es bonita. Y no es para nada tímida, tengo herídas de hojillas de sacapuntas que te lo pueden probar. Creo que es solo cuestión de confianza.

-¡Profesora!

   Ahora tengo la atención de todos.

-Dígame, jóven Rodríguez.

    Hey, me gusta como suena eso.

-¿Puede hablar más rápido? Tengo una habitación reservada en el motel que está en el centro. Y me van a cobrar más si no entro a la hora. Un chico tiene sus necesidades.

   Todo el salón estalló en risas. Y la profesora abría y cerraba la boca sin saber qué decir.

      Ops.

-María, acomoda tus peroles. La habitación es perfecta para nosotros. Te va a gustar. Tiene un baño y todo.

     No terminé de hablar cuando a coro, el salón cantaba el "Uuuuuuy".

      ¿Alguna vez han visto a un tomate? Bueno, justo ahora María parece uno. Uno muy molesto.

-Te. odio.

  Rio sin poder contenerme, sé que la profesora está gritando algo sobre que me salga del salón, pero lo vale. Mari hunde su cara entomatecida en su libreta.

      Y es ahí cuando un pensamiento extraño pasa por mi mente.

    Me agrada esta chica.