Especial III.

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-Bueno bebé, quiero conocerte mejor.

Me dice James a través de la pantalla. Hemos hecho muchas videollamadas últimamente. Y está bien.

Si no fueran siempre a las 2:30 am sería perfecto, pero hey, no me quejo.

-No me llames bebé-resoplo-. ¿Qué más quieres saber? No te lo vas a creer, pero no soy tan interesante.

Rueda los ojos y hace un puchero.

-Sí lo eres. No digas eso otra vez.

Lo miro sintiéndo mis mejillas calentarse. No, todavía no me acostumbro a recibir ese tipo de comentarios.

-En fin. Dispara. Quiero ver qué tienes para preguntar.

James asiente y puedo ver cómo se forma una sonrisa perversa en su rostro que intenta ocultar.

-Sin preguntas acerca de mi ropa interior.

-Arruinas la diversión. Pero no iba a preguntar eso.

-Empieza, antes de que me arrepienta.

-Bien, está bien-desvia la mirada-. Imaginemos que yo estoy en tu cuarto.

Lo miro confundida.

-Okey...

-Y pues, quiero besarte y quiero tocarte.

-¿Y?

-Y supongamos que quiero más.

Paso saliva.

-¿Más? ¿A qué te refieres con más?

-Pues eso. Más. A veces solo hablando contigo quiero más y tengo que controlarme.

Abro mucho mis ojos procesando la información.

-Oh, por Dios. James...

-A veces ni siquiera tenemos que hablar, pensando en ti también quiero más y me siento muy enfermo cuando eso pasa. Y te lo tenía que decir, si no iba a explotar.

-Wow.

-¿Fue mucho?-pregunta preocupado-. Lo siento, no quería hacerte sentir incómoda.

-N-no, estoy b-bien-intentp formar una oración.

-Mierda, no debí decírtelo. Hablemos de otra cosa, ¿Si?

No me deja hablar. Está nervioso. Jiji, esto es gracioso.

-¿Ves porno?-se tapa la mano después de decir eso-. No, no. No sé que estoy diciendo, cuando me pongo nervioso empiezo a hablar de porno. No sé porqué.

-¿Porno?-finjo estar horrorizada.

-No María, porno no. Lo siento no... No sé que me pasa... ¿Mamá? ¿eres tú? Ok. María me tengo que ir, mamá me necesita en la cocina.

-¿A las tres de la mañana?

Lo piensa un momento.

-Le gusta madrugar.

Luego de eso me aparece una ventana que indica que la videollamada ha finalizado.

Ver a James, ese mismo James que no tiene sentido de la vergüenza sonrojado y nervioso fue muy divertido.

Ay, James. Si me hubieses dejado hablar te hubiera dicho...

Que a veces yo también quiero más.





María, no veo. [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora