❝Mirarse❞

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Sin corregir, aun

Riko miraba detenidamente cada palabra que estaba escrita en ese papel por tercera vez. Después dejo caer el papel en su pupitre, junto sus manos y recargo su cabeza en ellas. "Esto no es bueno", pensó.

— ¿Qué pasa, Riko? —pregunto Hyuuga.

La mencionada solo tomó el papel y se lo entrego al capitán. Él, mirándola interrogante, lo cogió y lo empezó a leer. Hyuuga volteo a ver a Riko serio.

— ¿Qué significa esto?

—Lo hablare con todos durante el entrenamiento.

Hyuuga solo dejo el papel en el pupitre de la chica antes de ir al suyo.

...

Todo estaba oscuro y solo veía luces de colores; escucho sonidos difusos de voces de diferentes personas; entonces sintió la garganta reseca, tenía sed, abrió la boca para decir algo, pero de él solo salieron leves gemidos.

— ¿Tetsuya? —le hablaron.

Se removió en la cama mientras sus parpados se abrían lentamente dejando ver que enfrente a él se encontraba un rostro muy conocido y que, lamentablemente, para su corazón, estaba demasiado cerca; haciendo que el monitor cardíaco sonara fuertemente.

— ¿¡Tetsuya!? —lo llamo con preocupación en su voz.

Al escuchar esa voz así intento tranquilizarse, lo cual logro. Cerró sus ojos y de nuevo los abrió.

— ¿A...Akashi-kun? —lo nombro removiéndose en su lugar, aunque se le hizo difícil ya que su cuerpo lo sentía rígido.

— ¿Cómo te sientes? —dijo más relajado presionando la mano del peliazul.

Kuroko al notar el tacto no pudo evitar sonrojarse.

—Bien, pero sediento —comento sosteniéndose la garganta.

Akashi tomó la jarra y un vaso, que se encontraban en una mesita de noche, le sirvió agua y luego se la entrego; Kuroko lo acepto y lo bebió de un solo trago.

—Veo que si estabas sediento.

Se limpió el agua que le escurría por los labios.

—Gracias —le entrego el vaso y miro al pelirrojo. Llevaba uniforme, ¿cuándo se había cambiado? —. Akashi-kun, ¿por qué tienes el uniforme puesto?

El mencionado se miró y luego levanto la cabeza algo triste.

—Hoy es lunes.

Los ojos azules se expandieron.

— ¿Lunes?

El ojirojo solo asintió.

—Pero...pero... ¿Qué paso? —lo miro interrogante.

La mano del pelirrojo apretó más la del peliazul, le sonrió.

— ¿Quieres salir?

...

Los ojos azules miraban el paisaje que se mostraba frente a él. No era la gran cosa. Un cielo de tonos cálidos, junto a nubes y el sol desapareciendo de la vista de él de a poco en poco, pero que estando en el techo del hospital podía verse una vista algo singular. Akashi, por su parte, solo miraba el perfil de su compañero con remordimiento, pero sabía que era mejor decir la verdad antes que una mentira.

— ¿Cuándo regresare a la escuela? —pregunto sin apartar la vista del cielo.

—Aún no se sabe.

AtardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora