❝Reiniciando❞

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Sin corrección, por ahora

Sabía que no había pasado más de dos horas desde que vio a Kuroko, pero aún así sentía la necesidad de volverlo a ver. Era como esas veces en las que a pesar de que ya estas lleno por haber comido aun tienes ganas de comer más. Así se sentía él. Dejo escapar un poco de aire y alargo su mano para coger su celular y enviarle un mensaje a Kuroko.

"Necesito verte de..." borro el mensaje y se sonrojo de solo haber pensado que enviaría tal cosa. Lo pensó unos momentos y luego envió algo no tan diferente.

El sonido de su celular hizo que despegara la vista del libro que leía. Lo agarro y formo la sonrisa más grande que pudo hacer. No lo podía evitar; el solo hecho de leer el nombre de Akashi-kun en su celular ya era para él la cosa más especial que le podía pasar en todo el día.

Me alegro verte hoy, ¿qué haces?

Era lo que le había enviado. Sonrió y contesto:

También me alegro verlo, Akashi-kun. Estaba leyendo y ¿usted?

Se quedo unos momentos pensando en lo que le contestaría. No le podía decir, no estoy haciendo nada, eso cortaría la plática, suspiro y escribió la verdad.

Pensaba en ti, nada fuera de lo normal.

Al leer eso su rostro y cuello ardieron y no hubo necesidad de que se viera en un espejo ya que podía jurar que estaba muy rojo. Respiro profundo y comenzó a escribir.

Que coincidencia. Yo también pienso en usted.

Aparto el celular y se cubrió con su antebrazo. Se la había devuelto. Su rostro le quemaba. Volvió a colocar el aparato enfrente de su rostro. ¿Cómo le contestaría ahora?

Vaya, eso si que es una coincidencia. Pareciera que estamos conectados.

Su corazón palpito fuertemente. ¿Qué a caso Akashi quería darle un paro cardiaco? Bueno, si eso era lo que quería lo estaba consiguiendo, pero antes de que le diera uno quiso también provocarle uno a él, aunque no estaba seguro que lo lograría.

Sí, estoy seguro que eres mi lazo rojo del destino.

Estaba seguro que si ahora mismo estuviera conectado a un cardiógrafo esté marcaría que su corazón ya no estaba latiendo. Es que... ¿acaso eso había sido una confesión? Respiro y suspiro. Necesitaba tranquilizarse y recordar que solo estaban bromeando. Escucho algo romperse y no estaba seguro de si era su corazón u otra cosa. De cualquier forma inhalo profundo y se obligo a escribir lo siguiente:

No me molestaría si eso fuera cierto.

Dejo caer el celular y se cubrió con la sabana. No podía creerlo. No podía, no podía y no podía. Había leído mal o algo. Es que lo que había escrito, si es que lo había escrito Akashi, no podía ser verdadero... "o ¿si lo es?" pensó mientras se quitaba la sabana del rostro y miraba el celular. Respiro profundo y tranquilizó su corazón, no quería que se notara que este latía como loco por culpa del aparato. Después de innumerables sesiones de respira e inhala cogió el aparato y comenzó a escribir algo, pero cuando lo iba a enviar afuera de su puerta se escucho voces.

—¡Me está diciendo que mi hijo no tiene..!

—Kuroko-san, por favor, baje la voz, este es un hospital y ya es tarde —le hablo firme la doctora Fukuyama.

El lugar se quedo en silencio unos momentos antes de que se volviera a escuchar la voz de su madre.

—Perdón por haber hablado así de fuerte, pero es que me acaba de decir que el cuerpo de mi hijo se está haciendo más débil, cosa que no debería de estar sucediendo... ¿Cómo quiere que reaccione?

AtardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora