No es otro típico final.

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Capítulo 22

Como todo un cuento, tiene su final.
Y este era el mío.
Pero este final no es el típico de "vivieron felices y comieron perdices". Más bien era un final triste, muy triste.
Supongo que ya os lo imaginaréis...
Llegó el día, el momento en que Luke se olvidó de mi.
Puede que parezca que no estoy triste, o que me da igual, pero en verdad me pasé mucho, pero mucho tiempo encerrada en mi habitación llorando. Quería morirme, deseaba morir en esos instantes. Se me pasó por la cabeza cortarme o algo así, gracias a Dios allí estaba mi mejor amigo, mi hermano de distinta sangre, Ryan. Él me recordó que soy una persona fantástica, y que no merecía llorar por una persona como Luke. (O eso decía el.)

El día que descubrí todo fue el peor de mi vida:

Ocurrió un sábado. Esa tarde quedé con Luke para ir a su casa a pasar la tarde. Media hora antes de que él pasara por mí, me llamó por teléfono y me contó que no podía quedar por qué tenía que cuidar a su primo pequeño de tan solo 2 años y medio.
No se le notaba nervioso, más bien parecía relajado. Por eso me lo creí.

Pasé toda la tarde con mi hermano jugando a videojuegos frikis y comiendo patatas.

Pero no hay nada mejor que el helado por la noche. Por eso me dirigí hacia el frigorífico a las 00:10 cuando me di cuenta que no quedaba ni una cucharada de mi helado de menta. Ni de fresa o chocolate. Después de interrogar a mi hermano pude saber que él se comió todo mi helado. Junto a su asquerosa novia.

Entonces después de decirle cuatro cosas a mi hermano, me coloqué una camisa por qué mi camisa del pijama tenía una enorme mancha de salsa. Con los mismos pantalones del pijama y mis zapatillas de gatitos, salí de mi casa y di camino a una tienda que habrían todos los días a todas horas a comprarme una caja de helado.

Normalmente no suelo salir a estas horas por la noche sola, pero un antojo es un antojo.

Entonces, entré a la tienda, cogí dos cajas de helado: menta y fresa con chocolate.

Salí de la tienda y camino a casa vi a lo lejos, por el otro camino, dos personas abrazadas besándose. Sentí curiosidad de saber quiénes eran.

Al acercarme vi a una persona que me resultaba muy familiar, se trataba de Luke, abrazado y besándose con una chica de muy buen tipo, pelo muy largo, liso y rojizo con mechas californianas rubias. Vestía unos pantalones vaqueros largos con un corte en las rodillas, y la camisa no la pude ver bien.

Sabía que este momento debía llegar, entonces salí corriendo de aquella calle, y rumbo a mi casa pegando gritos de rabia, tristeza y decepción a la vez.

Cuando llegué a casa estaba mi tía en el salón leyendo un libro, cuando anteriormente se encontraba en su habitación. Al verme así no pudo evitar preocuparse y seguirme hasta mi habitación.

Lo único que hice fue entrar a mi habitación y cerré el pestillo. (Si, mi tía me ayudó a ponerlo por tener más privacidad.)

Mi hermano la verdad, ni se inmutó, creo que ni se enteró en aquel instante.

Lo siguiente que hice, después de unas horas llorando, a eso de las 3:06 de la madrugada le envié un mensaje de texto a Luke.

-"Quien besa mejor, esa chica de pelo rojizo o yo? No tienes vergüenza, eres lo peor que puede existir en este mundo, te odio."

Acto seguido, bloqueé el contacto para que esa persona no pudiera mandar ningún mensaje de texto.

No quería saber nada de él, enserio.
Fue tan rápido, de un momento a otro, mi mundo se había caído encima.

Me dijo te quiero tonta, y tan tonta que me lo creí.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2015 ⏰

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