D O C E.

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-estoy cansado de venir aquí.-esto ya lo había escuchado antes, mientras él hablaba dormido.-pero estoy aquí por ti.

-¿Por qué estás cansado de venir, Alex?-pregunto. Nuestro interminable abrazo aun me sostiene.

-he estado aquí muchas veces.-lo miré esperando a que me contara lo que sucedía.- mi mamá ha estado recibiendo tratamiento. Es sobreviviente de cáncer, dos veces. Está aquí una tercera vez.

Sentí como el alma caía a mis pies. Mónica no es la mejor madre del mundo, pero... me dolía por Alex, ver sufrir a una madre es lo más doloroso para un hijo.

-lo siento mucho.

-tengo que contarte un par de cosas, vengo aquí a exigirte que no te vayas otra vez, cierto. Pero quiero darte respuestas a todo lo que hice antes.

-¿antes?

-sí... deberíamos sentarnos.-toma mi mano y caminamos por el estacionamiento al pequeño parque que hay en una esquina del hospital. El viento se siente gélido.

Él nos mantiene abrazados, sabe que tengo un frío horrible. Lo sabe... pero no le importa, sé que va a llegar el momento en que me ponga débil y no podré disfrutar de esto.

Debo vivirlo, debo consumirme en los placeres de mi vida. Nos sentamos y él se acomoda junto a mí.-¿estás cómoda?

-sí.-lo animo a que hable, él suspira, cierra sus ojos y toma una de mis manos y entrelaza nuestros dedos.

-me fije en ti desde la primera vez que te vi.-¿Por qué me mira así? Quiere idiotizarme o qué.

-eso no es cierto.-le digo.

-claro que lo es. Estabas en el salón con Gina, no nos conocíamos aún, reías a carcajadas por algo que dijeron y me miraste, nunca vi tanta vida en una persona.-me río.-entonces me frunciste el ceño y me ignoraste.

-¡bien, Abril!

-jaja, sí. Eras rara, bueno... eres rara.

-ah pero así te gusto.-le guiño.

-basta de interrupciones.-hago la que me cierro la boca con un zipper.-bueno... yo iba a dejar a Gina. Iba a hacerme tu amigo, solo eso. Eras demasiado inocente.

-eso creen todos, lo que no saben es que no hay lector inocente.-me fulminó con la mirada.-lo siento. Prosigue.

-pero mamá recayó. Estaba preocupado por ella y sentía que me robabas la capacidad de centrarme en mis problemas. Así que comencé a molestarte... según yo si te volvía una niña tonta en mi mente no me fijaría en ti. Pero jamás te hice daño, no te hice llorar, la mayoría del tiempo parecía que querías matarme.

-eso quiero la mayoría del tiempo.

Se río y prosiguió.

-luego cuando estaba en el peor momento de mi vida, era hora de graduarme. Y probablemente de nunca volver a verte... -rueda los ojos con una sonrisa pícara en su rostro.-sabía que Claire no iría sola y allí solo estabas tú. Yo pensaba decirte algo, pero tenía tanta ira interna. Tenía miedo de perder a mi mamá, ella es lo único que tengo en este mundo.-entonces su mama no podría ser la señora Maggie, ella tiene a ese señor alto.- Así que hablaba con Ana Eliza por mensajes de texto y ella comentó eso de que te daba asco.

-a ella siempre le gustaste.-comento, él hace un mohín. El césped se veía demasiado opaco.

-ahora lo sé. Me la encontré unos días atrás... una experiencia poco agradable. Bueno, quizá lo que escribió lo hizo con la intención de que te olvidara, pero solo me enfureció y te confronté.

Alex & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora