CAPÍTULO 15

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@p17n03 gracias y felicidades
Penúltimo capítulo.

-¿Quién es ella, Richard? -le preguntó mirándolo, seriamente y con la mandíbula apretada.

-Ella es Kate, mi novia. -La madre de sus hijos rechinó los dientes.

-¡Ian! ¡Zoey! -exclamó para que sus hijas notaran su presencia y dejasen de sonreírle a Beckett.

Los niños dejaron de reír, sobre todo, Ian que se volvió serio de repente. Zo siguió agarrado de la mano de Kate. EL niño, en cambio, corrió hacia las piernas de su padre.

-¿No vas a saludar a mamá? -inquirió, agachándose. El pequeño miró a su padre sin contestarle.

-He venido a verte, a veros. -Se corrigió mirando a su hija. .Y tú, zo, ¿tampoco vas a saludarme?

Esta miró a Kate e levantó sus pequeños bracitos para que la cogiese. Beckett hizo lo propio sin saber muy bien cómo tenía que actuar.

Ella nunca había escuchado nada sobre la madre de Ian y Zoey, ni siquiera sabía su nombre.

-Richard, ¿no les vas a decir nada? -se quejó Marian, intentando seguir guardando las formas.

-Bueno, ya se lo has dicho tú y está claro que no quieren. No los voy a obligar. -Contestó, cogiendo a su hijo en brazos. -Apenas te conocen.

Te fuiste cuando Zo nació. Ella te habrá visto dos veces en sus tres años e Ian, desde sus dos años, igual. No puedes esperar a que se te tiren a los brazos.

-Solo les he pedido que me saluden. -Bufó.

-Y no quieren. -Se encogió de hombros. -Ya te he dicho que nos lo voy a obligar.

-Entonces, ¿no me vas a ayudar con ellos? -gritó.

-¿Sinceramente? No. La última vez que te vieron, lo hice y te volviste a ir sin dar ningún tipo de señal.

Y estoy seguro, que cuando tengas la oportunidad, te volverás a ir y ellos volverán a llorar durante días.

Marian apretó los puños, cada segundo que pasaba su rostro se volvía más y más rojo por la rabia que estaba sintiendo.

-¿Qué ha sido esta vez? ¿Te ha dejado tu nuevo novio? ¿Te han timado?

-No voy a darte más dinero y mucho menos voy a dejar que te quedes en mi casa.

-¡Soy la madre de tus hijos! -Gritó, histérica.

-Sí, la madre, ya... A buenas horas te acuerdas.

-¡Ian! ¡Zoey! -exclamó, esperando algún tipo de ayuda de sus hijos, alguna señal que hiciera que Rick aflojase.

Pero, todo lo que tuvo como respuesta, fue que los niños se abrazarán más a Richard y Kate, asustados.

-Marian, será mejor que te vayas. Si ellos me piden verte, te llamaré. Y, claro, si quieres me coges las llamadas -soltó.

La mujer dio unas cuantas duras miradas a sus hijos y a los dos adultos y se fue dando un fuerte portazo.

-Lo siento -se disculpó Richard, acercándose a ella y acariciando a su hija. -Siento que hayas tenido que presenciar esto pero... les ha hecho demasiado daño como para que ahora venga como si nada queriendo ser la madre del año.

Kate no dijo nada, solo levantó su mano y rozó sus dedos por su mejilla en una muestra de compresión.

-¿Estáis bien? -preguntó, refiriéndose a sus hijos.

¿O si no que?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora