¿Hermione?

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Capítulo II: "¿Hermione?"

— ¿Qué importan los demás? —preguntó Fred con las cejas fruncidas—Es decir...— lamentó haber dicho eso, así que dejó que Hermione se fuera a la casa, muy desconcertada.

Hermione estaba en shock, ¿a caso Fred insinuaba que...? No, eso no podía ser cierto.

— ¿Ron? —llamó insegura Hermione, antes de entrar a la casa.

—Dime, linda—dijo Ron.

— ¡Oh! —dijo Hermione sonriendo, fue hacia él, estaba lavando los platos— ¿Por qué estas lavando? Hoy no te toca a ti. —comentó Hermione confundida.

—Es que fue mi castigo por ''según'' comerme el pastel—dijo enfurruñado— ¡Te juro que yo no me lo comí! —dijo defendiéndose Ron al ver la mirada acusadora de Hermione con una sonrisa.

—Te creo, cariño—Ron se ruborizó ante aquel apodo, pues pensaba que Hermione era más "difícil", entonces ¿Hermione lo amaba? —Pero es muy sospechoso. —continuó diciendo la chica haciendo que Ron dejara aquellos pensamientos, lavara otro plato y le pasara a Hermione el que había terminado para que lo secase.

— ¿Qué insinúas? —preguntó Ron demasiado confundido.

—Nada—diciendo esto le dio un beso a Ron. Sospechaba algo y quería averiguarlo ahora mismo. —Me iré a la cama, hasta mañana, Ron.

Y así la castaña fingió dirigirse a la recamara que compartía con Ginny, dejando a un pelirrojo muy confundido. Hermione sabía como ese pastel había desaparecido y no precisamente Ronald se lo había comido. Y así, con paso decido y las cejas fruncidas, se dirigió a la habitación de los gemelos. Tocó una vez. Tocó dos veces. Tres veces. Y en la tercera salió George algo somnoliento.

— ¿Hermione? —Preguntó confundido frotándose los ojos— ¿Qué quieres?

— ¿Puedes llamar a Fred? —pidió enfadada.

— ¿Cómo chinches nos distingues? —preguntó abriendo un poco los ojos, el gemelo la dejó pasar, y ella no se preguntaba porque podía distinguirlos, solo sabía que Fred era Fred y que George no, aparte de que en ese momento, la oreja falsa de George descansaba en la mesita de noche que estaba junto a su cama. Hermione trató de ignorar el "orden caótico" –como solía llamarlo Fred- y fue a la cama del gemelo dormido, que estaba placenteramente boca bajo. —Fred, mira quien ha venido—dijo ahora el despierto George, con una sonrisa burlona.

— ¿Eh? —se incorporó el gemelo, primero miró a George, este miró a Hermione y ella miró a Fred.

— ¿Podemos hablar? —preguntó la chica ignorando aquella situación sumamente incomoda.

— ¿De qué? — Fred se levantó de su alcoba, tenía unos sencillos pans, sin camisa, dejando al desnudo su perfecto abdomen, cortesía del Quidditch. George por su parte se dejó caer en su cama, y unos segundos más tarde, roncaba.

— ¡Solo vamos! —dijo irritada Hermione por haberse encontrado así misma observando el perfecto abdomen de Fred, tomó de la mano al pelirrojo despierto y lo sacó de ahí.

— ¡Sé que has sido tú! —explotó silenciosamente Hermione cuando habían llegado al rincón más apartado de la casa, cerca de una ventana.

— ¿De qué rayos me hablas?-Fred sabía muy bien de que hablaba, pero como buen mentiroso, era mejor negarlo todo al principio. Hermione aun no podía saber que este chico se moría por ella.

— ¡Oh, Fred! ¡No me vengas con que no sabes! —Apuntó Hermione a Fred con el dedo índice, y él quería tomarlo pero ella lo bajó y luego lo subió nuevamente para acusarlo y parecer aun más mandona. — ¡Sé que TÚ desapareciste el pastel! —Hermione estaba enojada... muy enojada, una reacción que no se esperaba Fred departe de ella.

— ¡Tranquila, mujer! —Dijo Fred tomándola de la mano—Sé que eso estuvo mal y prometo no volver hacerlo, pero no podía soportar...

— ¿Hermione? —Era Ron— ¿Estás aquí?

— ¡Fred, escóndete! —Dijo entre susurros— ¡No te puede ver!

—Pero no estamos haciendo algo malo, ¿o sí? —Fred enarcó una ceja burlona con una voz muy sexy.

— ¡Accio Escoba! —Dicho esto entró una escoba por la ventanilla abierta— ¡Vete, Fred!

—Hace mucho frío—dijo señalando que estaba casi desnudo, Hermione se sonrojó, pero le dio la bufanda que traía puesta, no había mucho cambio pero...— ¡Y no me iré sin ti! —Fred subió a la escoba, iba a tomar a Hermione para llevársela pero ella vio sus intenciones y se alejó. — ¡Rayos, Hermione! —se quejó en un susurro.

— ¡Vete! —lo regañó nerviosamente la castaña.

— ¿Hermione? —Esta dio un salto— ¿Con quién hablas? —la muchacha se volteó hacia Ron.

— ¿Eh? —Se hizo a la desentendida—Yo... solo... Yo solo observaba la luna. —se giró nuevamente para 'fingir' ver la Luna. —Hoy es Luna Llena, es mi estación favorita. Oh, espero que Lupin no la esté pasando tan mal, en donde quiera que este. Ya sabes, en el cielo. ¿Crees que Tonks le haya dado su poción esta noche? Recuerdo cuando Harry y yo nos internamos en el bosque y el profesor Lupin se había convertido en Hombre Lobo, y ¡cuando regresamos en el tiempo!...—la chica balbuceaba.

—Hey, deja de hablar. —Ron rió y se acercó por detrás de Hermione y la rodeó con sus brazos. — ¿Hermione?

— ¿Si?-respondió con una sonrisa, en sus brazos ella estaba ligeramente intranquila. No podía dejar de pensar en cómo había lanzado a Fred por la ventana, estaba muy ansiosa por saber la respuesta de su pelirrojo y no precisamente del pelirrojo que la tenía abrazada.
Por otra parte, quizá no estaba tan ansiosa como esperaba con la respuesta de Ron. Y si decía la frase prohibida?

LunaHHr

Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora