Corre.

28 3 0
                                    

Volvía a casa, escuchando música y ojeando varias redes sociales para ver si mi grupo favorito había sacado ya su nuevo disco. Como cualquier mañana de diciembre en mi ciudad, hacía frío pero por suerte mi gran abrigo de piel me resguardaba de aquellas temperaturas frías y de aquel clima tan húmedo. No había gente en la calle, era normal, a esa hora la gente aprovechaba para dormir en su único día festivo de la semana. Pero me era atrayente caminar solo por las estrechas calles de mi vecindario.

Me quedaban tan solo dos manzanas para llegar a mi casa cuando de repente mi móvil se apagó a causa de la baja batería con la que había salido de casa de Madd. Suspiré colmado mientras miraba el móvil. Intenté encenderlo varias veces para ver si la batería revivía como por arte de magia. Arranque los cascos te mis oídos y me dispuse a meterlos en mi bolsillo ya que ya no me eran de ninguna utilidad. Levanté mi cabeza para ver lo que tenía delante, justo en ese momento le vi.

Me paré en seco y observé como alguien me estaba mirando, inmóvil, con una sonrisa que me hacía sentir incómodo, desde el final de la calle.

Debía medir unos tres metros y tenía un sombrero de copa altísimo. Sus rasgos faciales a penas los recuerdo ya que cuando quise darme cuenta ya me había echado a correr por el miedo que me causaba ese extraño ser que me intimidaba con la mirada.

Corrí hacia atrás y doble la esquina para subir a mi casa por un camino un poco más largo. Estaba llorando, mi corazón latía a mil por hora y no podía dejar de correr.

Al doblar una esquina corriendo , mirando hacia atrás por si ese individuo me seguía, volví a fijar mi vista al frente y ahí se encontraba. Era imposible que hubiera llegado hasta ahí tan rápido. Esta vez estaba más cerca por lo que mi pavor aumentó y corrí aun mas que antes. Al subir la empinada calle que daba un rodeo aún mayor que el de antes para llegar a mi casa me caí pero rápidamente me incorporé con mi rodilla ensangrentada.

Me escondí en la entrada de un garaje que había unas manzanas lejos de mi casa para recuperar el aliento.

¿Por qué esa escalofriante criatura me estaba siguiendo?

¿Qué quiere de mi?

Suponiendo que la criatura ya había dejado de seguirme salí de mi escondite, y al doblar la esquina que introducía a este... Ahí estaba , a un metro de mi, sonriéndome y mirándome fijamente. Mi corazón se detuvo, hasta que vi que había estado huyendo de mi propio reflejo. La criatura era un espejo. La criatura era yo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 30, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Penumbra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora