Capítulo 13: "Si fuera una película"

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ALICIA

    Estábamos corriendo desde hacían unos quince segundos y aún, a lo lejos, se oían los cascos de los caballos golpear la tierra del bosque. Estaba jadeando, respiraba con mucho esfuerzo, Lilian llevaba la cara manchada de la sangre de sus propias lágrimas, Greta corría junto a Hanzel, pero solo en cuerpo, llevaba la mirada perdida, perdida en algún lugar de este país de las pesadillas. Peter corría junto a Crystal, Apolo a mi lado, Ander era un lobo ahora, iba corriendo primero y nos guiaba. Y yo simplemente me preguntaba, ¿Y si esto fuera una película? Es que quizás una parte mía deseaba que apareciera un director y gritara: ¡CORTE!, se levantara la escenografía, se asomaran las cámaras y que Lydia fuese una actriz más. Iba a volverme loca. Una rueca apareció en mi camino de repente, me tropecé y caí de cara al suelo, al alzar la vista había una joven de cabellos dorados frente a mi, acostada, su mano se deshacía en un charco de sangre, me miró, sus ojos violeta solo podían reflejar tristeza, ya ni siquiera miedo. Era Aurora, la que alguna vez había dormido hermosa y había muerto así, sin cabeza y sin alma.

     -Ayúdennos, por favor- dijo con sus labios resquebrajados.

LILIAN



    Solo hacían un par de días que oía a esa mujer taladrar en mi cabeza y torturarme físicamente, no podía imaginarme como ese chico había aguantado toda su vida con ese dolor en el cuerpo y en el alma. No quería mirar atrás, no entendía como había sido capaz de ponerme en el medio de Ian y Ander, ¿por qué?¿cómo había sido capaz de arriesgar así mi vida? Diversos pensamientos egoístas y crueles se colaban en mi mente, algunos hasta llegaban a mi boca y se deslizaban entre mis labios como palabras, ni siquiera recordaba que Alicia se hubiese hecho daño alguna vez, aún así lo había dicho. La cabeza iba a explotarme, visiones sobre una hermosa mujer de cabello negro y piel blanca, su belleza era tan grande que hasta asustaba, me pedía que la ayudara, pero, ¿quién era?¿cómo podría ayudarla? Tenía un gran dolor en el pecho, parte de ese dolor era provocado por haber tenido que dejar a aquel joven de cabellos rubios, Ian, otra parte de ese dolor era causado por Ander, me exasperaba, me enojaba, cada vez que lo veía quería abofetearlo, y no sabía porque, y abrazarlo... ¿quién había sido de mi?¿por que no podía recordar a ninguno? Se suponía que eran mis mejores amigos, no entendía como no podía recordarlos. Y lo peor, en lo único que pensaba era en la muerte... ¿Había pirado completamente? El aire no entraba bien a mis pulmones, caí de rodillas al suelo, un charco de sangre se formó debajo de mis rodillas, y apareció la mujer de cabello negro, se arrodilló frente a mi, mis piernas no respondían.

     -Tranquila Lilian- dijo acariciando mi cabello-, estás esforzándote por recordar algo que te robaron, tus recuerdos volverán, lo sé, por ahora solamente te pido que te preocupes por crear nuevos recuerdos- besó mi frente y mi vista se nubló, mi vista se sumió en una negrura impecable y caí al suelo con peso muerto.

GRETA



     Te odio, Ian, te odio. Por favor, que esto sea una película, un reality show, un sueño, pensaba, lo que sea menos real. Mis ojos estaban secos, no podía llorar, eso me sacaba de quicio, llorar siempre había sido con lo que limpiaba mi alma de impurezas, jamás había sido un signo, para mi, de debilidad, es más, siempre creí que si alguien mostraba sus lágrimas al mundo era mucho más valiente que quien se mostraba como una roca. Quien lloraba en un público sin miedo, tampoco tenía miedo de que conocieran sus debilidades puesto que este sabía que eran debilidades que podía superar, en cambio quien no las muestra tiene miedo de ellas. Me empecé a marear, un niño apareció frente a mi, estaba sucio, ensangrentado, algunos de sus huesos estaban quebrados, tenía una fractura expuesta de tibia.

     -Nunca pierdas el rumbo, Greta- dijo el niño, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos-, yo perdí mi rumbo y caí del muro, ya viste como quedé- se miró los pies, se acercó a mi y secó mis lágrimas con su pequeño y frío pulgar, ¿Humpty Dumpty existía?-. Por favor, se que la tristeza consume pero todos en este mundo necesitamos el amor tan cálido que irradia tu alma. Ian te necesita- fruncí el ceño, ya solo veía manchones, me desmayé en el colchón de nieve.



HANZEL

     Paré de correr, todo a mi alrededor empezó a dar vueltas, un gran lobo lastimado cargaba a una muchacha bellísima, también lastimada, el cabello castaño de la mujer se mezclaba con el pelaje del animal. Ella llevaba un vestido amarillo desgarrado, sus delicados brazos rodeaban el cuello de la bestia. El lobo empezó a tomar forma humana y se transformó en un hombre, este se tambaleó y cayó al suelo, ella lloraba, besó sus labios, él apenas reaccionaba.

     -Por favor, solo te pido que nos ayudes, a todos- susurró ella. Cuando su suave voz dejó de hablar caí al suelo, desmayado.

PETER

     Una joven de vestido azul y un... ¿zapato de cristal en su mano? corría hacia mi con una velocidad impresionante, se abalanzó sobre mi y me tiró al suelo.

     -No pierdas tu felicidad, jamás- dijo, cada cicatriz suya empezó a llenarse de sangre.

     -Me la estás quitando- dije tartamudeando. Todo alrededor mío cambió, se transformó en un salón de baile, las cicatrices y la sangre de la chica desaparecieron, ahora las zapatillas de cristal las llevaba en los pies, su vestido azul era brillante e impecable- ¿Cenicienta?

     -Ahora no doy tanto miedo- sonrió, esa sonrisa llenó el lugar de calidez.

     -N-no...

     -Por favor, necesito que me ayudes, que nos ayudes... que nos ayuden... no estamos muertos aún, podemos vivir, liberen nuestras almas, estar encerrados en un medallón es una tortura, Peter Pan- tomó mis manos y me hizo girar, en el giro el paisaje cambió, estaba otra vez en el bosque. Tardé en darme cuenta de que estaba acostado en la nieve, Crystal estaba frente a mi, su mano acariciaba mi rostro, era una de las mejores sensaciones (si no era la mejor) que había experimentado, al menos desde que había llegado a aquel lugar... Por fin estaba tranquilo, entonces aproveché para descansar en sus brazos. 



LILIAN

    

     -Lilian- Blancanieves habló-, no olvides demostrarle tu resplandor al mundo- su sonrisa se desvaneció en el aire. 

     Mis ojos empezaron a abrirse, estaba en movimiento, mis ojos empezaron a abrirse, estaba aún en el bosque, un perfume a menta y chocolate invadió mi olfato, Ander me estaba cargando, estaba en forma de lobo. Crystal llevaba flotando en nubes a Peter, Hanzel y Greta, Apolo llevaba a Alicia y brazos. 

     -Claro que si, déjenle más trabajo a la señorita- protestó Crystal. 

     -Eso hicimos- dijo Apolo riéndose, él me sorprendía, estaba... completamente loco, solo él podía reírse cuando un ejército te seguía para matarte y estabas en medio de un bosque oscuro y frío.

     -Ian no está para cuidar a Hanzel y Greta- dijo Ander, su voz sonaba algo más grave en forma de lobo.

     -Y por eso me los dejan a mi, suena lógico- Crystal seguía protestando-. Es mucho esfuerzo para mi, como lindos caballeros deberían hacer más esfuerzo que yo.

     -¿Y quién dijo que eran caballeros, Crystal?- la sonrisa de Cheshire apareció entre las ramas de los árboles.

     -Cierto Cheshire, siempre fuíste el único que me comprendió siempre- dijo Crystal mirando al suelo.

     -No intentes persuadirme, Crystal, yo no voy a ayudarte- Cheshire y Apolo soltaron una carcajada al unísono.

     -Están locos- dijo Crystal esbozando una sonrisa, contagiada por la risa de Cheshire y Apolo.

    -Los locos terminan siendo más felices que los cuerdos, Crystal- el cuerpo de Cheshire apareció, sus ojos brillantes también.





Tenebrosos (Secuela de "Sombríos") © [No Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora