Capítulo 6: "Los cinco tipos de almas"

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  Los sentimientos son la base de todo...

GRETA

  De repente escuchamos el fuerte galope de caballos, Ian me miró.
  -Tenemos que irnos, es Lydia- susurró a mi oído.
  Asentí, Ian rodeó mi muñeca con sus dedos pálidos y echó a correr a una velocidad bastante impresionante.
  Después de un minuto y medio corriendo ya estaba cansada, mi estado físico nunca había sido bueno. Y más porque siempre me sentí más pesada que Alicia y Lilian, es cierto, yo media 1,88 y ellas apenas llegaban al 1,65, siempre pesé ocho kilos más que ellas, más o menos. Si Alicia y Lilian pesaban 60 kg, yo pesaba 68 o 70... Eso bajaba mi autoestima, me sentía fea, me sentía un ogro, casi 30 cm. de altura, entre 8 o 10 kilos más... jamás había visto a alguien que me superara en altura, excepto Hanzel. Ian también era más alto, 1,90 quizás... eso me gustaba de él. Además, aunque Hanzel me dijese que era peligroso y una parte de mi también lo sintiera, mi otra parte confíaba en él. Era un pensamiento tonto...
  La primera vez que vi a Ian sentí miedo, miedo de que me lastimara, pero eso fue cambiando poco a poco, transformándose en felicidad, si, felicidad al verlo y preocupación cuando no. Me ponía nerviosa y me enojaba, me sonrojaba, quería abrazarlo, ¡que tontería! ¿no? Jamás me había interesado un chico tanto como para andar con él y tenía miedo de que justamente eso me pasara con Ian... habíendo tantos chicos, ¿porqué él?¿qué tal si después de destruir Lydia, si es que lo conseguíamos, ya no lo volvía a ver? Eso me destruiría... Por eso no podía dejar que mis sentimientos hacia Ian se volviera más serios... me resultaba impensable...
  Ian tiró de mi brazo e hizo qie me escondiera tras el tronco rugoso de un roble, las copas de este eran tan altas que casi tapaban por completo el cielo, aún así los rayos de sol se filtraban por ellos. Estaba jadeando, mi corazón latía tan fuerte que creí que se escaparía de mi pecho.
  -¿Te es-están buscando?- pregunté a Ian dejándome caer al suelo.
  -Nop, no era a mi a quien biscaban.
  -¿A mi?
  -Si.
  -¿Que quiere? No entiendo, estoy harta, quiero irme con mis papás...- dije fastidiada. Ian cambió su expresión, como si se hubiera preocupado.
  -¿Te gustaría irte?- dijo con una expresión herida e hizo una mueca de disgusto.
  -No sé... Me gustaría que esa mujer esté muerta, que nos deje de seguir, me fastidia no saberlo.
  -Y si ella no estuviera, ¿te quedarías?- Ian me miró. Mi corazón empezó a acelerarse otra vez...
  -N-no sé, no lo pensé nunca...
  -Te doy tiempo para que lo pienses- sonrió y miró al cielo.
  -Buen-bueno- tartamudeé. Luego de dos minutos de silencio contesté-: Si estoy con mis amigos, mis papás y Hanzel entonces me quedaría...
  La sonrisa de Ian se amplió, creí que me pondría a hiperventilar de los nervios. Tosí, mis manos temblaban.
  -Sus almas representan sentimientos- murmuró Ian.
  -¿Qué?- fruncí el ceño.
  -El alma de cada uno de ustedes cinco representa un sentimiento, uno tan fuerte que puede destruir o incrementar las fuerzas de Lydia...
  -¿Y...- Ian me interrumpió, pero adivinó perfectamente la pregunta que iba a hacerle.
  -Peter representa la felicidad, aunque no lo desmuestre- rió-, Hanzel la sabiduría, Alicia las esperanzas, Lilian la valentía, y...
  -¿Y yo?- pregunté con el corazón acelerado y las piernas temblorosas.
  -El amor- sonrió. El rubor empezó a extenderse por mus mejillas...

Tenebrosos (Secuela de "Sombríos") © [No Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora