Tenebrosos (Secuela de "Sombríos") © [No Editada]

Capítulo 15: "No me abandones"

LILIAN

     Caminaba tras Ander para llegar a la fogata y calentar mis manos heladas. Todo hubiera estado completamente a oscuras si no hubiese sido por la cálida luz del fuego. Sentía que nos observaban, que no estábamos a salvo, rogaba que la luz de la fogata durara aunque sea toda la noche, y que cuando amaneciera los rayos del sol pudiesen ser capaces de atravesar las copas frondosas de los árboles. Una punzada atravesó mi cabeza y distintas imágenes pasaron ante mis ojos, quizás era mi memoria, prisionera en una caja que presionaba con salir para que vueelva a ser lo que alguna vez había sido. Tenía que admitirlo, quería recuperar mi memoria, no solo por el echo de que había perdido mi vida, sino porque me sentía perdida, ¿quién había era ahora? La verdad, era más fácil decir quien había sido, a pesar de no recordar nada de mi. Cada vez que Ander me miraba a los ojos sentía como si me electrificara, me ponía nerviosa, pero no podía más que maltratarlo, no me salía de otra forma, ¿acaso no lo merecía?¿qué había sido él de mi? 

     Habían voces que gritaban en mi cabeza, personas que solo yo podía ver. ¿Me había vuelto loca? No, aún no. Por ahora solo había caído en lo profundo de una depresión de la que nadie me ayudaba. Me imaginaba en ese lugar junto a Greta, Hanzel, Alicia y Peter, pero ellos se veían contentos, riéndose, intentando subir, mientras Crystal, Apolo e Ian los alentaban con euforia gritándoles: ¡Van a poder! Y Ander me alentaba también, pero yo no quería trepar, pues sabía que no iba a lograrlo, ¿para qué intentarlo si sabía que era lo que iba a pasar? Iba a quedarme en ese hueco en la tierra desgastada. 

     Una de las imágenes que se cruzó por mi mente fue cuando un grupo de hombres me habían rodeado y Ander me había ayudado a escapar de esos ebrios, también podía verme, ahora en otra escena diferente, estaba furiosa, le pedía a Ander explicaciones de donde estaban mis amigos, el no respondió mi pregunta, a cambio de eso se acercó a mi y me dijo: "Dame un beso", en otra escena recordaba estar por morir a manos de Lydia, entonces como un ángel guardián apareció Alicia, salvándome en el momento exacto, un segundo después hubiera sido ya muy tarde. Una punzada en el oído hizo que cayera al suelo, había caído otra vez. Era inútil, intentar levantarse y trepar.

     -Lo bueno de las caídas, no solo es que se aprecia mucho mejor el momento en el que te estás levantando, sino que cada vez que te caigas y levantes vas a ser un poco más fuerte. Muchos "muy poco" unidos son mucho. Mucho más fuerte...- dijo una voz en mi cabeza. Me levanté con un escalofríos recorriéndome la columna vertebral. Era Ian, era su voz, parecía estar sonriendo mientras hablaba. Él aún estaba vivo, eso era como un rayo de esperanza, era como decir: Aunque sea, a él, Lydia no puede matarlo. Al menos no tan fácil.

  

    Me levanté rápidamente, Crystal ya se había acercado a ayudarme.

    -¿Estás bien?- me preguntó con un dejo de amargura en su voz.

    -El relicario- dije de pronto, tomé conciencia de lo que decía segundos después de pronunciarlo.

    -Lo olvidamos en la cabaña, a estas alturas es cenizas...

    -No, no lo es. Tenemos que ir a buscarlo, intentarlo- dije con euforia acumulándose en mi garganta, más y más, a medida que los segundos pasaban.

    -No podemos Lilian, te están buscando, todos los guardias estarán ahí cerca, esperando a que vuelvas por él, es como... un suicidio asegurado- dijo Apolo sacudiendo la cabeza en señal de desaprobación.

    -Pero si conseguimos el collar y lo rompemos, al menos, llegaremos al diez por ciento de las probabilidades de acabar a Lydia- dijo Hanzel con el ceño fruncido.