Capítulo 3

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Entro en la habitación y digo en voz alta -Gracias por ayudarme con las cosas allá abajo- haciendo notorio el sarcasmo hacia Ali -De nada- se logra escuchar su voz que proviene de... ¿Mi armario?

Voy hacia el armario y abro completamente las puertas y encuentro a Ali hincada buscando unos zapatos -¿Pero que ra...?- es lo único que logro decir antes de que me interrumpieran -¡Sofía!- miró rápidamente a la puerta que aún sigue abierta -Creo que tu mamá ya llegó del trabajo- dice Ali con una sonrisa maliciosa, la miro rápidamente -No te robes ni rompas o descompongas nada- dicho esto salgo de la habitación para bajar al primer piso.

Llego a la sala y me encuentro con mi madre sentada e el sillón con los ojos cerrados -Hola- digo y abre sus ojos color café -Hola- dice con voz queda.

-¿Me hablabas?
-Sí.
-¿Qué pasó?

-Venía de regreso y me encontré con la señorita Maddie - oh rayos -Me gustaría que retomes las clases de Inglés- no, no, no.
-La nueva maestra de la escuela enseña muy bien- digo rápidamente, no es que me caiga mal la señorita Maddie o algo así, no, es que las clases son los sábados a las 9 a.m. -Aún así me gustaría que sea tu tutora- dijo levantándose del sillón -¿Lo podemos hablar luego? Ali está aquí - por favor no notes mi desesperación por abandonar el tema -¿Está aquí?- dice mi madre mirando por encima de mi hombro, genial, no lo notó -Si, está en mi cuarto- digo apuntando hacia atrás con el pulgar.

-Esta bien, pregúntale si quiere de comer- dice mi madre yendo a la cocina -No creo, acabamos de tomar una malteada- digo siguiéndola -¿No van a comer?- dice mirándome con los ojos muy abiertos y un poco asustada -Si comeremos- me apresuro a decir -Pero tal vez más al rato- mi madre se calma un poco y voltea hacia el refrigerador mirando que puede preparar -Me avisan cuando tengan hambre, me quedaré aquí a comer y luego iré a mi habitación a descansar- me volteo y antes de desaparecer por las escaleras le digo -Esta bien-.

Regreso al cuarto y encuentro a Ali sentada en mi cama como si nada, todo está ordenado y ella me sonríe amigablemente, yo le devuelvo una sonrisa sarcástica y voy hacia el armario. Los zapatos no están. Miro a Ali -¿Dónde están?- digo con las manos en mi cintura -¿Dónde está qué?- dice fingiendo inocencia, que, para el colmo, toma un mechón de su cabello y juega con él.

-Que graciosa- digo y voy hacia su bolso, que está en el piso; Ali, al ver mis intenciones se lanza al piso rápidamente para tomar su bolso y protegerlo con su cuerpo y posteriormente evitar que yo lo tome. Yo doy un paso hacia atrás por su movimiento tan brusco -Oye, tranquila- Ali levanta la mirada y sonríe; se levanta del piso lentamente y con el bolso aún en sus manos.

-Dámelos- digo extendiendo la mano derecha y colocando la izquierda en mi cintura -¿Darte qué?- Ali vuelve a fingir inocencia -Dame los zapatos- hago un movimiento con la mano derecha para que me los entregue. De igual manera, Ali no es capaz de robarme los zapatos, sólo finge que lo va a hacer; la conozco muy bien como para saber sus bromas.

Se comenzó a reír y por lo tanto yo también, saca los zapatos de su bolsa me los entrega -Gracias- es lo que digo (un poco más calmada) antes de colocarlos en el armario -De nada- responde ella con completa naturalidad y dejando de reír.

-¿Qué quería tu mamá?- preguntó acostándose en mi cama -Se encontró con la señorita Maddie de regreso- le dije sentándome en mi sillón "puff" -Oh- fue lo único que pudo decir la castaña -Si, "Oh"- repetí yo -Quiere que retome las clases de inglés- seguí, Ali se sentó y me miró fijamente
-¿Y las retomarás?
-No lo sé, estoy aprendiendo mejor con la nueva maestra de la escuela.
-Si retomas las clases de inglés ya no podremos hacer pijamadas los viernes, o bueno, si podríamos, pero nos levantaríamos temprano.
-Lo sé, aparte, soy muy floja como para levantarme temprano los sábados.
-Se nota.

-Bueno, cambiemos de tema- Ali se volvió a acostar -También pregunto si queríamos de comer- le respondí tomando mi celular -¿Y qué le dijiste?- comencé a jugar con el celular -Le dije que no, que acabábamos de tomar una malteada.
-Pero tengo hambre.
-Tu siempre tienes hambre.
-Creo que es cierto.
-¿"Creo"? Es muy cierto y lo sabes- le dije riéndome -Tienes razón- comenzó a reírse.

Después de ver varios programas por Netflix decidimos por fin bajar a comer. Entramos a la cocina ahora vacía y nos colocamos una frente la otra -¿Algo en especial para comer?- le pregunté a Ali -¿Tienes pizza?- la miré divertida -Si Ali, tengo pizza- dije sarcástica, ella me miró fingiendo estar emocionada -¿De cuál tienes?- preguntó con mucho interés -Tengo la invisible- Ali aplaudió con entusiasmo -¡Esa es mi favorita!- la miré extrañada y divertida -¿Porqué?- pregunté riéndome -Por que la puedes robar sin que se den cuenta, duh- dijo haciendo una ademán con las manos.

-Ya, bien; ¿Qué quieres de comer?- comencé a dejar de reírme y fui sacando dos platos, dos vasos y vario cubiertos -¿Qué es lo que hay?- respondió Ali siguiéndome -Mmm...- abrí el refrigerador para ver lo que hay -Papas a la francesa y... cupcakes- dije mintiendo en lo último -¡¿En serio?!- preguntó Ali emocionada, volteé a ver a Ali
-No.
-¡Que mala eres!
Me reí.
-¿Porqué?
-¡Es cruel decir que hay cupcakes cuando no es cierto!
-Vale, discúlpame.
Me volví a reír. Ella me dio un golpe no tan fuerte en el brazo, pero de igual manera ella se rió y yo me sobé. Miré otra vez el refrigerador -También hay espagueti- anuncié en voz alta -¡Genial! ¡Adoro el espagueti de tu mamá!- Ali hizo una pausa -¿No es una broma, verdad?- preguntó -No, esta vez no-.

Después de comer muchas papas a la francesa y dos platos de espagueti (cada una) y una
riña de mi mamá por comer mucho, Ali decidió que ya era tiempo de volver a su casa. Tomó las llaves de su auto y se fue después de una cálida despedida. Yo me quedé en casa ordenando mi habitación y mi mochila ya que mañana hay escuela.

Luego de un rato cené un cereal con mi mamá, me dio las buenas noches y cada quién se fue a su habitación. Al llegar a la mía lo primero que hice fue tomar un ducha para dormir fresca. Salí de la ducha me puse la pijama apagué el foco y me fui a dormir.

-o-o-o-

BEEP BEEP BEEP-hacía la alarma que de mal humor tiré de la mesita de noche. Me levanté y retiré las cortinas de la ventada para que entrara la luz natural. Tomé una blusa celeste de tirantes del armario y un pantalón blanco para combinarlos con mis zapatos azules, me hice una cola de caballo, tomé la mochila y mi celular y bajé al primer piso para desayunar.

Entré en la cocina donde mi mamá estaba haciendo el desayuno -Buenos días- saludé -Buenos- respondió ella -¿Cómo dormiste?- preguntó -Bien- le respondí sonriendo -Hoy sólo tomaré un yogur- le dije para que no preparara nada para mí

-¿Segura?
-Segura.
-¿No te dará hambre?
-No.
-Esta bien.

En ese momento me llegó un mensaje de Ali.

"Estoy en la escuela, ven rápido. Hay un chico nuevo y estoy segura que te va a gustar"


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