Sé que lo sientes también.

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Obedecí a las instrucciones que Sara me dio la noche anterior y llegue a la hora adecuada al set, luciendo bien, oliendo mejor y con una jaqueca horrible, solo escuchaba a la maquillista y al director del pograma taladrandome el oído mientras hablaba de la manera en la cual me arreglarían y por dónde iba a entrar.

-Sara... ¿Sara ya llegó? ...-

Le pregunté al director interrumpiendole, este me miró sorprendido por el tono de mi voz, la cual seguramente suena demasiado ronca y rasposa.

-No, la hemos llamado pero no contesta el teléfono que nos dio para localizarla, tal vez si usted le llama...-

-Claro, lo haré...-

Saque mi celular, el cual tenia una foto de Lindsey de fondo, y marqué repetidas veces su número de casa, el de su celular, inclusive le marqué y pregunté a Stacy, pero ella solo respondió que no la había visto desde ayer en la tarde.

Esto comenzaba a angustiarme, Sara siempre contestaba su teléfono, siempre llegaba temprano a este tipo de cosas, siempre le llamaba a Stacy antes de dormir, algo le había pasado y tenia que saber que.
Tomé mi bolso, me disculpé con los organizadores del programa, los cuales cordialmente aceptaron el hacernos la entrevista otro día, corrí a mi auto y conducí rápidamente hasta el departamento de Sara.

Al llegar encontré la puerta frontal entre abierta, extraño debido a que una de las costumbres de Sara es siempre cerrar las puertas tras ella, esta costumbre me a costado varios golpes en la cara, había botellas de vino blanco sin terminar por toda la sala, corrí hacia su habitación y le encontré dormida con la ropa del día anterior, rodeada por fotos nuestras y música que compuse pero que jamás le di a conocer a nadie más sonando, era obvio que había estado bebiendo toda la madrugada, se veía tan apacible mientras dormía.
Tremendamente hermosa era la manera en la cual la luz de la mañana dibujaba siluetas en su rostro, me recosté a su lado y lentamente acerque nuestros rostros, con las yemas de mis dedos comencé a seguir el contorno de sus labios de la manera más sutil que pude, ella respiraba pesadamente y sentía el como su cuerpo se estremecía cada que sentía el rose de mis dedos, arrugó su rostro y abrió sus ojos lentamente.

-Tete...tete lo siento tanto...-

-Sasa... No hables o empeorarás tu jaqueca, sé que lo sientes también...-

Dicho esto la tomé entre mis brazos y le arrulle hasta que se quedo dormida nuevamente.

×Ghost× -Quincest-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora