Esa manía

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Los días transcurrieron y en menos de lo que esperaba habían pasado ya dos meses, en los cuales Sara y yo a penas intercambiamos un par de palabras vanas, me disculpé con Emy por el infantil comportamiento que tuve al cual ella solo correspondió perdonandome y eliminando de nuestras conversaciones todo aquello que pudiese llegar a el tema de "la otra", siendo honesta si alguien me  hubiese dicho que Emy podía molestarse no le hubiese creído.

La noche había cubierto todo con su intrigante oscuridad, me encontraba terminado de acomodar de una manera no desastrosa mi cabello, ya que no hice una cita con la estilista para el evento de esta noche. Nos habían invitado a un concierto en la compañía el cual recaudaría dinero para adolescentes sin casa o algo así, me interesaba muy poco para ser sincera, la idea de poder ver más de unos minutos y conversar con Sara estaba dándome vueltas en la cabeza al punto de sentir en mis labios  el dolor por no parar de morderlos, es curioso, pero Sara y yo hemos tenido esa manía desde niñas, como sea, la hora se acercaba así que ajuste mi chaqueta de cuero negro, tomé mis llaves y salí lo más rápido que pude con rumbo a el lugar donde el evento se realizaría.

¿Qué vestiría Sara?, ¿Que animo tendría?, ¿llevaría a Stacy con ella?, todos estos pensamientos estaban girando descontrolados en mi mente mientras veía las luces de los demás autos correr rápidamente por la ventana,
¿sabes?, no importa que ropa use Sara, siempre luce simplemente perfecta, y realmente elijo verla desnuda. Su cuerpo desnudo es como un vistazo al paraíso, puedo asegurar que cada obra de arte existente y por existir envidia cada centímetro de su piel, cada lunar, cada peca y tatuaje, incluso sus cicatrices, podría poner cada una de ellas en un museo de mi acceso exclusivo y pasar horas en el cuando ella estuviese lejos. Comencé a sentir un ligero acaloramiento y deseos indescriptibles de tenerla conmigo en ese instante, su cuerpo, su cuerpo, su cuerpo,
escuché una bocina sonar tras mío fuertemente, reaccioné un tanto alterada y avancé al notar la luz verde ante mi.

Entré a el lugar donde el evento ya había empezado, no había muchos medios, ya que era un evento muy privado, el lugar era inmenso, elegante y obscuro, grandes imagines de los artistas que representa la empresa en blanco y negro adornaban las altas paredes que me hacian sentir pequeña, miles de rostros famosos  conversaban y reían esparcidos por todo del lugar, sus lujosas vestimentas relucían con las luces tenues de el gran salón, me acerqué a el  bar y pedí al mal encarado de bar man un trago, mientras esperaba recargada en la delgada barra de cristal miré a lo lejos esa delicada silueta que se acercaba más y más a mi.

-Llegaste un poco tarde, ¿no lo crees?-

Su mirada recorrió cada parte de mi sin pena alguna, y entonces lo supe, me había extrañado tanto como yo a ella, o tal vez mi atuendo no era adecuado.

-Lo siento, me ocupé en algo...-

Fingí no sentir interés por ella dándome media vuelta y tomando un gran trago de lo que al parecer era tequila con ginger y gotas de limón, este bar man me conoce.

-Bien, muchas veces no si entiendes lo importante que son estos eventos Te-

Sentí la molestia en su voz, me agradaba.

-Estaba ocupada, ya te lo dije. Y dime, ¿bino Stacy contigo?...-

-Imagino en lo que estabas ocupada, y no, no pudo venir, ¿porqué te interesa?-

Solté una carcajada falsa y tomé más de mi trago.

-Relajate, solo era una pregunta, no me interesa, solo quería salir de este regaño...-

Pude sentir como una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro aunque no me encontraba mirándola fijamente, la tensión se había esfumado.

-¿y que me dices de lindsey, porqué no te acompañó?...-

Dirigí mi mirada hacia ella temiendo por caer ante el azabache de sus ojos, ante el cual  e perdido más veces de las que puedo contar.

-Salió hace una semana hacia Nueva York, regresará hasta dentro de un mes-

-¿Eso significa que estarás sola todo ese tiempo?-

¿Estaban Sara enviándome una indirecta, o acaso era mi imaginación jugándome una broma de muy mal gusto?.

-Sí, supongo que sí...-

-Suena bien...-

Reí dentro del vaso, ya que estaba bebiendo cuando ella respondió.

-Vale, ¿dices que suena bien el hecho de que estaré sola?... Eso no es muy amable-

-Sabes bien a que me refiero-

Sabia bien a que se refería.
Y simplemente no podía esperar.

×Ghost× -Quincest-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora