La noche se hizo presente, y las estrellas se veían reflejadas en el quinto trago de ron que Lindsey tomaba, nos encontrábamos en un bar no muy lejano de su departamento temporal, el lugar era muy moderno y con música agradable, yo bebía un zumo de naranja con agua mineral, había decidido no beber nada de alcohol por un tiempo y dejar que mi estómago e hígado se recuperaran aunque podría asegurar que la preocupación de la mujer un poco ebria frente a mi estaba de más. Decidimos bailar, la pista se encontraba llena con personas que se movían alegres al escuchar una mezcla que se tornaba confusa del sujeto que se encontraba controlando la música, las luces violetas y rojas que nos iluminaban de manera intermitente contorneaban los rasgos de Lindsey dramáticamente, la cual bailaba pegada a mi sin soltar su trago, sentía su respiración en los vellos de mi nuca y como apretaba mi cadera contra la suya, mi piel se erizó, me sentía incómoda y su tacto me era desagradable hasta cierto punto, no podía seguir con esa sensación revolviendo mi estómago, necesitaba algo para despejarme, necesitaba a Sara... o intoxicarme con algo. Me escabullí entre las personas con la excusa de ir al baño, el lugar se había repleto de personas nuevas ya que la madrugada se encontraba iniciando, ¿estaba siendo débil frente a mi reciente promesa?, sí, definitivamente, pero en ese momento era la cosa que menos me importaba, me acerqué a la barra con más prisa de la que solía acostumbrar, sentí una mirada clavar mi espalda en cuanto mis brazos tocaron la fría barra que dividía a la bar man de mi, mi mente obligó a mi mirada a comenzar a buscar a aquella persona que tan libremente decidió posar su atención en mi, logré visualizar a una chica de cabello teñido de un blanco celestial con labios ciruela.
-De parte de Polaris...
Mencionó de manera picara la bar man al señalar a la chica de cabello blanco mientras una cerveza era puesta frente a mi, esta comenzó a caminar hacía mi, vestía se manera común, su playera con estampado de nirvana algo rota me hablaba de que esta era más simple de lo que se imaginaba, una falda negra con medias de red hasta la cintura comenzaban a capturar mi atención, un perforación en su fosa nasal izquierda resaltaba de manera loca sus intensos ojos moca, su caminar era exótico al igual que las botas negras que le llegaban hasta la rodilla. Mojó sus labios en cuanto se recargó cerca mio dejando mi espacio totalmente inundado de su perfume y olor a cigarrillo mentolado.
-La música se tornó un asco, ¿no lo creces?...-
Dijo, a lo cuál correspondí haciendo una mueca y asintiendo, esta sonrió y extendió su brazo.
-Me llamo Polaris.-
-Yo Tegan...-
El tacto de su mano fue fugaz y cálido, debo admitir que este me parecía atractiva, pero sentía un aire extraño con su presencia.
-Gracias por la cerveza, acabas de provocar que rompa mi sobriedad de un día...-
La risa de Polaris invadió mis oídos.
-Bueno, entonces hay que aprovecharnos de eso, esta noche yo invito lo que te plasca... -
¿Quién era esta mujer?, ¿porqué me ofrecía el cielo de la nada sin yo siquiera merecerlo?, pero sobretodo, ¿porqué yo estaba tan dispuesta a aceptar a todo lo que me proponía?. Sin buscar respuesta pronta a mis interrogatorios internos bebí de golpe la cerveza que me había ofrecido, seguida de unos shots de tequila, y más cosas las cuales no recuerdo el nombre exótico que tienen, salimos de aquel bar, el paradero de Lindsey me pareció indiferente y sobra decir que esta desapareció de mis pensamientos al subir a la parte trasera de un auto con la enigmática mujer de cabello blanco a la cuál me encontraba ofreciendo fuego para su cigarrillo de colilla rosa.
-Así que Tegan, ¿qué hacías sobria en un bar a las dos de la mañana?...-
-Pues mi novia cree que he estado bebiendo mucho últimamente, solo buscaba mantenerla feliz... Tú sabes -
-No, no lo sé...-
Ella soltó el humo, el cual enredó su aroma en mi cabello, y con su reciente respuesta hizo mi cuerpo tensarse, ¿A que se refería, acaso en su vida había tenido una relación o quería cortar de tajo la conversación?, dejé pensar tanto en el momento en que sujetó su cabello en una coleta alta y pasó por encima de mi para bajar del coche, la seguí acía una gran casa antigua repleta de adolescente y adultos inmaduros, lo cual me pareció perfecto, Polaris tomó mi mano y me dirigió a la sala, me presentó a un centenar de personas de las cuales solo recuerdo dos, las que le ofrecieron dos porros de marihuana y una bebida extraña la cual tomé sin preguntar, después de eso todo comenzó a ponerse nubloso y lo único que mi intoxicada mente podía enfocar era el rostro de Polaris y los colores que la rodeaban formando un halo de luz intermitente, comenzamos a platicar sobre todo y nada mientras estábamos recostadas en el piso, supe que tenía 25 años, que le encantaba bailar, que su color favorito era el rojo, también supe que su caricatura favorita era Tom & Jerry, que vivía sola desde hace diez años y que sus labios eran de un tono durazno naturalmente. Después de que el efecto de lo que habíamos consumido desapareció decidimos dirigirnos hacía una habitación de la planta alta de la casa, el lugar era un desastre, estaba totalmente sucio y lleno de cosas, la luz en el lugar era muy tenue y olía a incienso.
-Gerard es un asco... Pero no importa, tengo algo que me regaló por cierto, ¿quieres probarlo conmigo?...-
-¿De que hablas?...-
Más pronto de lo que me esperaba sacó una bolsa llena de papelitos multicolor, tomó uno y lo puso en su lengua para luego besarme, sentí la calidez de esta en mi boca, su saliva era pegajosa y el sabor de aquel papel era similar a lamer un limón, mi cuerpo se tensó al sentir como todo dentro de mi comenzaba a encenderse, abrí los ojos, miles de formas y colores neones brotaban de doquiera, la imagen de la chica de cabello blanco me parecía cada vez más irreal con cada beso, me recoste sobre lo que parecía ser una cama y bebí lo que me pareció ser licor mientras Polaris creaba pequeñas constelaciones purpuras en mi cuello.
Lo siguiente que recuerdo es haber despertado junto al torso desnudo de Polaris, mi cabeza dolía y las náusea no tardaron en aparecer, mi mente estaba pérdida y mi alma feliz hasta cierto punto.
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×Ghost× -Quincest-
FanfictionAntes que nada gracias por leer. Esta historia si es mía, no soy buena escribiendo, pero igual quería intentarlo y ver que sale, espero que la disfrutes. Recuerda que esta historia es a quincest (relación incestuosa entre Tegan y Sara Quin), si no...