Volver a empezar (Pablo Alborán)

Capitulo 12

Narra Paula:

Al final no he tenido más remedio que aceptar la ayuda de Pablo, cuando le dije que no hacia falta se tensó y se puso muy triste y con tal de no discutir acepte, pero mañana tendré que salir a buscar trabajo, tenemos el dinero que nos dejo mi padre, pero no quiero abusar de el ahora.

Mafer: ¿has visto que grande es la casa?

Yo: si.

Verdaderamente si era grande, tenía 3 habitaciones, un cuarto de baño una cocina verdaderamente grande, un salón (que tenía el piano y algunos instrumentos mas) y un balcón, que está justo alado del de Pablo, y cuando digo justo alado es justo alado, tanto que de solo saltar 1cm me podía colar en su casa.

Mafer: ¿en qué piensas?

Yo: no me gusta haber aceptado la ayuda de Pablo, ha sido bueno con nosotras y yo simplemente he sido una borde.

Aunque se lo debía por como me trató el primer día, pero sé que no esta bien, algo esconde, algo que le tiene que doler mucho.

Mafer: eso tiene arreglo, discúlpate con el.

Yo: já, eso nunca.

Mafer: eres muy orgullosa ¿sabes?

Yo: salí a papa.-La cara de Mafer cambio de color cuando mencione a nuestro padre.- lo siento..

Mafer: da igual, algún día nos tendremos que acostumbrar a eso.

Yo: estamos juntas ¿vale?

Mafer: te quiero.

Yo: y yo a ti mi niña.

Nos abrazamos y a los minutos nos separamos.

Yo: bueno venga, vamos a dormir, que mañana tenemos que madrugar, y yo luego por la tarde tengo que ir a buscar trabajo.

Mafer: yo también puedo tra..

Yo: ni en broma, ni lo pienses, yo puedo hacerlo.

Mafer: cabezota.

Yo: guapa.

Mafer: buenas noches.

Yo: buenas noches.

Nos fuimos cada una a nuestra habitación y vi la luz de Pablo apagada, ya me había dado las buenas noches así que supongo que ya se habrá dormido.

Me quito la ropa y me pongo el pijama, una bola de papel impacta contra mi cabeza.

Yo: ¡auch! -me giro y ahí le veo riéndose frente a la ventana- ¡me has echo daño!

Pablo: que exagerada, solo es una insignificante bola de papel.

Yo: ¿quieres ver como duele? -antes de que me pueda contestar le tiro la bola de papel a la cara y me mira desafiante- ¿duele?

Pablo: no -dijo riéndose- te he dicho que eres una quejica.

Yo: y tu un idiota.

Le cambia la cara completamente, se le borra la sonrisa de la cara y se le humedecen los ojos, rápidamente se quita esas lagrimas que están a punto de salir y me mira.

Yo: lo siento.. Era en plan broma.

Pablo: lo se, solo que me recordó a.. Bueno da igual, me voy a dormir ya, mañana nos vemos, buenas noches.

Al ver que me quede pensativa y rara me tiro de nuevo una bola de papel y río, ahora estoy mas tranquila.

Yo: hasta mañana vecino.