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la gente cree que es fácil, creen que es fácil olvidar a alguien que te ha dado más recuerdos que cualquier otra persona; creen que se puede suprimir u superar, que simplemente te levantas un día y dices "hoy olvidaré al amor de mi vida" y por arte de magia, eso sucede. pero nada de eso es verdad, no se puede olvidar a alguien que te da razones para recordarlo y menos suprimir un sentimiento tan profundo que tienes miedo de que cuando lo dejes de sentir, en tu corazón se produzca un hueco, un vacío que no se podrá rellenar con nada más que su amor.

¿cómo voy a poder superarte si todo me hace recordar a ti?

hasta el aire que respiro me hace acordar a ti, tan invisible pero que a la vez se hace tan necesario, que cada vez se hace más espeso y pesado respirarlo, pero yo ya no puedo vivir sin tu aliento.

me dijiste una tarde cualquiera, un día como otro en el calendario, mientras caminábamos bajo un manto de nubes que para ti se parecían a "algodones de azúcar", que amabas la fotografía, que para ti sacar fotos era como hacer arte. hablabas con tanta energía y con ese peculiar brillo en los ojos que deseé que me miraras de la misma forma que a una foto bien sacada, ¿no me amabas de la misma forma que a una vieja polaroid*?

yo no podía creer que no te hubieses dado cuenta de que hacías cosas increíbles porque simplemente, eras arte, bebé; y yo hice arte cada vez que moldeé una sonrisa un tanto torcida en tu rostro de porcelana, yo hice arte cada vez que dibujé una risa en tus labios de fresa, yo hice arte cada momento en el que pinté tus sueños con lápices de colores, sin darme cuenta de que tu mente era oscura.

y yo hice arte, sí, cada vez que te amé, porque amarte es arte.

esto me hace acordar a aquella tarde, de aquel mes, en aquel año en el que fuimos felices; porque aquí están las dos cosas que tú más amas, las fotos y el cielo, lamentablemente, yo no estoy ahí.

*polaroid= antigua cámara de fotos instantáneas.