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06

nunca fui feliz, nunca.
aunque estuviese riendo siempre había algo que me entristecía, algo que hacía un hueco en mi interior tan grande y profundo que parecía casi imposible llenarlo; era como una carga muy pesada que estaba conmigo todo el tiempo, que volvía todo más negro.
no sabía que era, no sabía porque estaba ahí, pero sabía que no sería muy fácil de quitármela. me perseguía o atormentaba -no sé como definirlo- en todo momento y a todo lugar. se había transformado en mi sombra, pero a diferencia de ésta, en la noche se hacía mas presente, se transformaba en cuerpo y alma, carne y hueso, se transformaba en mi.
cuando apareciste te volviste la luz, eras es persona que andaba descalza por mi alma sin temor a hacerse daño, la que descubrió la llave de mi corazón y entro en él, te incrustaste en él. eras todo lo que estaba bien dentro de todo lo que estaba mal y no te importaba. eras todo para mi,
hasta que te fuiste.

te convertiste en esas noches de insomnio y esos días llenos de sangre, te convertiste en esas tardes de tristeza y esas madrugadas de lágrimas; sin darme cuenta te estabas convirtiendo en eso a lo que más le temía. te esparcías por mi como si yo fuese sangre y tú, veneno. como si yo fuese luz y tú, oscuridad. empezabas a doler, a pesar y a cansar, me volvía más débil, y mis ojeras más fuertes. tu recuerdo me perseguía en las mañanas y me atormentaba en las noches. te convertiste en cigarro y yo en fumadora, te convertiste en alcohol y yo en alcohólica. te convertiste en esa tristeza infinita de la cuál me habías sacado, esa sombra que se hacía más presente en la noche. te habías convertido en mi depresión.