10

329 15 3
                                    

recuerdo lo que me dijiste la última vez que hablamos, es algo que se me quedará atorado en la memoria e incrustado en el corazón, me dijiste que era patético haberme enamorado de ti y que simplemente no podría ser verdad; ¿porqué? ya casi ni encuentro las palabras para expresarme, para decirte lo que siento (aunque sé que ésto nunca lo leerás).
ese mismo día, con lágrimas en los ojos y líneas rotas en las muñecas, me pregunté si en verdad estaba enamorada de ti, si quizá me había equivocado y no sabía lo que era amar. no se si te diste cuenta que hasta dudar de mi es lo que tú me provocas. pero, Juliana, yo sé lo que es amar. amar es entregarlo todo, amar es darse no sólo en cuerpo, si no en alma, amar es saber de la existencia de los infiernos de la otra persona y querer quemarse; yo lo entregué todo, me di completa y te regalé mi alma, te mostré mi infierno y no quisiste entrar mientras que yo intentaba escapar de tus demonios.
y, escribí un verso para ti:

yo te quería de noche y de día
cuando una sonrisa aparecía
o cuando una lágrima caía;

pero decidiste irte en el olvido,
de una tarde de domingo,
ya tu cara no distingo
y con una lágrima fría,
me dejo caer en el abismo.

no rima, pero tú tampoco lo haces; es triste, como tú y yo, como el nosotras que creo un alma rota aquella madrugada de febrero; se que te gustaría oirlo, si él te lo hubiese escrito.

fotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora