Spencer: Intuición

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Cada vez me sentía más nervioso, sabía que algo le pasaba a Tory pero no sabía exactamente el que, le había preguntado varias veces sobre si se encontraba bien pero ella siempre decía que todo estaba en orden y que nada malo ocurría... Incluso Steve lo notaba, lo había hablando con los chicos pero todos me decían que de seguro no era nada grave.

Steve comía tranquilamente su helado de vainilla, yo esperaba mi orden, un café expresó con mucha azúcar.

-aquí esta su pedido -dijo la meseta, llevaba una delantal raído y un moño desarreglado, por la sortija que veía en su dedo debía de ser casada- esperó que usted y su hijo disfruten si día-

-oh, el no es mi hijo -me apresure a decirle, sentía mis mejillas algo sonrojadas- es el sobrino de mi novia-

-pues, por como lo tratas, parece tu hijo, disfruten y llamenme se necesitan algo más -con una sonrisa amable ella se marcho-

-¿entonces papá, que haremos con mi madre? -se burló Steve, yo puse los ojos en blanco, no podía negar que aquel niño era muy ingenioso-

-pues, creó que deberíamos hablar con ella -respondí, le di un largo trago a mi bebida y luego suspire- ¿sabes que quiero a Tory, verdad?-

-claro que lo se... ¿A que viene la pregunta?-

-pues... Estaba pensando en que nuestro aniversario será dentro de poco, apenas es una semana después de tu cumpleaños, y pensé que tal vez...-Steve me interrumpió-

-si le podes matrimonio, ella se negara -eso ya lo sabía, yo tampoco me sentía listo como para casarme, mi trabajo era un delimitación, y si a eso le sumamos el de Tory y que prácticamente sería lo mismo sólo que ella llevaría mi apellido... Dios, eso de que ella lleve mi apellido suena muy bien-

-no hablaba de eso, me refiero a que casi vamos para un año de relación, y que tal vez ambos podríamos planear algo para ella, que le gustase, ha sabes que sus gustos no son nada normales -no me había dado cuenta cuando acabe mi café, Steve apenas llevaba la mitad de su helado y yo con un suspiro retire un mechón de cabello detrás de mi oreja, tal vez debía volver a cortarlo-

-creó que tengo una idea... Pero es algo rara y casi nada romántica. Pero le encantará -Steve sonreía como si planeara un maléfico acontecimiento-

-te escuchó-

Sinceramente su plan, aunque era para nada cotidiano, me pareció una gran idea, a Tory le encantaría y a mi me hacia mucha solución ver su emoción cuando le mostrará lo que teníamos planeado... Sería una sorpresa.

-¿ya podemos regresar? -preguntó Steve, habíamos pasado unas horas hablando, el pequeño era una gran compañía, me gustaban mucho los niños, y con el había creado una gran conexión.

-claro-

El camino de regreso fue entretenido, más que nada teniendo a Steve cantando la letra de las canciones que Tory había bajado en un disco para que las escucháramos cuando íbamos en mi auto.

-creó que Tory se fue a dormir temprano -informó Steve viendo de manera extraña más ventanas de la casa- que raro...-

-tal vez estaba cansada, vamos -aunque también me sentía inquieto, coloque la mano en el hombre del niño apretándolo un poco en señal de que todo estaba bien, abrí la puerta con llave, pero me sorprendí al ver que esta estaba sin el cerrojo, la abrí lentamente recordando que esta no producía ningún ruido, Steve caminaba detrás de mi, no había nadie en casa y sólo una luz iluminaba vagamente la zona.

La cocina tenía las luces encendidas, todo parecía en orden, excepto algo que desentonaba con el resto de la decoración, había una carta sobre el mesón de desayuno, Steve la iba a tomar pero lo detuve.

-tal vez tenga huellas dactilares -informe, el asintió, se veía nervioso-

Tome uno de los guantes de la caja que tenía Tory de repuesto dentro de una de las gavetas, con cuidado de no dañar el sobre lo retire y saque la carta, en ese momento, sentí que moriría.

Si están leyendo esto, ya es demasiado tarde, ella ya es MÍA y nadie NADIE me la quitara otra vez, ahora ella y yo estaremos juntos para siempre, mataré si es necesario, no se molesten en buscarla, no la encontrarán, esperó que la hayan disfrutado mientras podían porque ya nunca más podrán verla, porque soy el único que puede, sólo yo soy digno de ella, mueranse.

Deje la carta con dificultad sobre la mesa, sentía mis rodillas débiles y me deje caer sentado al suelo, Steve me abrazo, sentía que estaba llorando... Yo tenia que encontrar a Tory, no sólo por mi, sino por el niño que ahora me abrazaba y se escondía en mi lecho en busca de protección, si le pasaba algo a Tory, el tendría que ir con su madre, y una financiera en tráfico de órganos no era el mejor ejemplo para un niño.

-llamaré a los chicos -informe poniéndome de pie, Steve se aferró a mi y yo lo cargue dejando que escondiera su cabeza en mi cuello, marque al número de Hotch,necesitaba su ayuda, no quería perder de nuevo a quien amaba... No de nuevo.

Criminal Minds |Specer Reid| (Por Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora