Criminal Minds |Specer Reid| (Por Editar)

Johann II

Pasamos dos días en la agencia, para Steve no fue tan malo ya que faltó a clases, pero yo quería volver a la comodidad de mi hogar, Spencer se ofreció a llevarme a su casa junto con Steve... No me negué.

-gracias -le susurré a Spencer apenas Steve estuvo dormido y nosotros estábamos en la sala, yo reposaba mi cabeza en su pecho y el acariciaba distraídamente mi cabello- te haré una pregunta y quiero que seas sincero-

-claro que si, siempre tendré una respuesta para ti, Tory -

-¿crees que encontrarán a Johann?-

El silencio no se hizo esperar, luego el se removió incómodo y yo levante mi cabeza para verlo a los ojos.

-dime la verdad, Spencer -la intensidad de mi voz parecía sacada de una telenovela-

-en estos casos se espera que el secuestrador pida una compensación, al no pedirla podemos intuir que el dinero no es lo que motiva sino causas más personales, investigamos y ninguna empresa estaba tachada de enemiga además de que parecía no tener enemigos... Contactamos con los hombres que mencionaste pero parecen ajenos a todo, si Johann esta ahí fuera, será casi imposible encontrarlo-

No llore, no me lamente y tampoco me permití pensar más en eso, sólo fui por las pastillas que me recomendó Emily para dormir y fui a la habitación de Spencer donde cerré los ojos para dejarme caer en los brazos de morfeo y antes de hacerlo sentí un brazo alrededor de mi cintura y Sonreí, amaba a ese nerd.

A la mañana siguiente me encontré con un escena de lo más enternecedora, Spencer dormía con Steve sobre el, antes, yo fantaseaba con casarme y tener hijos, hora, se que eso no es para mi, tal vez era como Brennan que sólo pensaba en mi trabajo pero la verdad nunca hubo en mi algún sentido maternal, aunque amo a los animales claro, podría tener un perro...

-buenos días dormilones -les dije y ellos se removieron molestos en la cama, al parecer no eran de los que le gustaba despertar temprano-

-no quiero ir a la agencia -se quejó Steve y yo Sonreí cuando note como Spencer asentía estando de acuerdo con el-

-pues tendrán que hacerlo, debo ir a distraerme en mi laboratorio, Steve me encargue de que llevaran libros para que te entretengas y Spencer, debes ir a trabajar -salí del cuarto dejando que ellos se levantaran tranquilos, extrañaba a Johann y extrañaba mi casa, extrañaba mi tiempo libre y mi espacio, tal vez así se sentía ser una mujer casada.

Prepare algo sencillo para el desayuno ya que nunca fui muy buena en la cocina, sólo cereales y unos sándwiches para los tres, coloque todo en la mesa y espere a que llegaran, parecían dos zombies por lo adormilados que caminaban.

-se ve delicioso -comentó Spencer... Nunca supe si con sarcasmo o de verdad, pero lo di por perdido cuando el y Steve se embarcaron en una conversación acerca de la agencia federal y sus rangos de poder en esta.

Antes sufría por los tres días sin ver a mi hermano, pues hoy se cumplían los cuatro meses desde su pérdida, yo no me daba por vencida acerca de que el seguía vivo, Steve se entero al mes cuando empezó a hacer mucha preguntas, el estaba acostumbrado a que su padre saliera de viajes de negocios pero nunca por tanto tiempo, se lo tomó bastante bien pero algo dentro de mi sabía que en realidad el se estaba guardando todo y aquello era malo, nos habíamos mudado a un apartamento al lado del de Spencer por su propia sugerencia, yo no me queje pero Steve lo hacia por ambos, se crió en un ambiente lleno de lujos y riqueza extrema pero ahora vivíamos en un apartamento común con sólo tres habitaciones y dos baños, lo único que todavía conservábamos como rutina era nuestra cocinera y ama de llaves, del resto vivíamos como simples personas de Virginia.

-¡adios cariño! -le grite a Steve por la ventanilla del auto cuando el se marchó para ir a clases... También lo habían cambiado de colegio y eso no le agrado para nada, a mi tampoco desde que resivi la primera llamada de la consejera que me dijo que mi sobrino había sufrido agresión escolar-

Coloque música para el camino a la sede del FBI, cuando recibí una llamada de Spencer, yo baje el volumen y coloque el teléfono en altavoz para poder hablar mientras conducía.

-¿si, amor?-

-encontramos algo sobre Johann, es mejor que vengas-

Esa fue toda la llamada, el viaje de diez minutos lo hice en cinco y corrí a tomar el ascensor con destino al último piso donde me esperaban todos en la sala de reuniones, yo me senté al lado de Garcia... Todos se veían extraños.

-sólo diganlo, no me gustan los rodeos -comente entre dientes y mirando con detenimiento la mesa como si se tratara de la cosa más interesante del mundo-

-Tory... Johann, lo encontramos en la frontera de México, dentro del porta equipajes de un auto viejo -trague en seco... ¿Eso significaba que Johann estaba...?- lo siento mucho-

Una lágrima rebelde atravesó mi mejilla, yo di un largo suspiro y cerré fuerte mis ojos, sonaba mis nudillos como hacia cuando me estresada, sería fuerte, no podía romperme.

-esta bien, cielo -habló JJ a mi lado mientras me abrazaba- puedes llorar -

Pareció una señal, las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas como si fueran cascadas, mis sollozos eran apenas audibles ya que estaba aferrada a JJ, me sentía tan enojada y tan impotente.

-estudie para ayudar a atrapar a las personas que sufrieron como yo sufrí cuando perdí a mis padres -dije, no sabía si me escuchaban o no- ¿que clase de inútil soy si no logre ayudar a mi propio hermano?-

Los brazos de la rubia mujer me soltaron en contra de mi voluntad y fueron remplazados por otros más largos y un pecho más ancho, no tenía que ver para saber que era Spencer por la manera en que me acariciaba el cabello.

-¿como lo mataron? -pregunte de golpe mientras me separa del castaño para verlo a los ojos, nadie parecía querer hablar- ¿¡como murió!? ¡Necesito saberlo!-

-tres disparos -la voz de Hotch parecía comprensiva y yo sentí algo revolverse dentro de mi... Mi hermano había sido asesinado y me costaba entenderlo-

-hay que decirle a Steve -comente aún con lágrimas recorriendo mi rostro y tono ido, con Spencer tomándome de la mano-

-esperemos a que llegue del colegio -sugirió el y yo asentí dolida-

-quiero matar al bastardo que me hizo esto a mi hermano -solté de golpe y me fui de ahí dejándolos a todos mientras sentía la ira y el rencor correr cada parte de mi cuerpo, llegue a mi oficina y lo único que hice fue arrojar todo lo que tuviera a la mano, lámparas, libros y adornos, todo echó pedazos por mi ira... Se sentía bien liberar toda aquella tensión, pero aún tenía ganas de cortarle la cabeza a quien le hizo daño a mi hermano, dejándome huérfana y sola y peor aun, dejando a un pequeño niño de apenas ocho años sólo, ahora sólo éramos mi sobrino Stevy y yo... Me sentía a con ganas de que todo acabara de una buena vez, pero no podía hacerlo por Steve y por... Por Spencer.