Criminal Minds |Specer Reid| (Por Editar)

Encubierto

Llevábamos caminando una media hora al rededor de la calle, entrábamos y salíamos de tiendas, Paige y yo ya estábamos a punto de rendirnos e irnos a tomar un café, pero justo en ese momento un auto deportivo se estacionó al lado de nosotras, la ventanilla bajo dejando ver a un chico bastante atractivo que nos sonreía con aquellos perlados dientes, recordé a Spencer y la misión, eso era una farsa, el no era un perfecto chico rico que nos quería llevar a dar una vuelta, el era el loco secuestrador... Era un buen método, si me lo preguntan.

-hola, lindas chicas -nos dijo sin bajar del auto- las vi y pensé, que tal vez quisieran un aventó, chicas tan hermosas con ustedes no deberían estar tan sola, ¿vienen con sus novios? -bien, clases de dramatización, sirvan para algo-

-no... Todos los hombres son unos imbéciles, claro, todos menos tu, deberían haber más caballeros, no todos se ofrecen a llevarte después de un largo día -hice un puchero, Paige no hablaba así que yo lo hice- yo soy Lia y ella es Sonya-

-yo soy Zac -la sonrisa de ambas se hizo más grande, habían dos opciones, o que no nos estuviera diciendo su verdadero nombre, o que estuviera tan confiado para decírnoslo sabiendo que no nos escaparíamos- ¿suben entonces?-

-¡claro! -dios, suerte que a Paige se le ocurrió hablar por fin-

Ya dentro del auto, que por cierto era muy bonito, yo empecé con la platica.

-vivimos al sur de la ciudad, estamos aquí de vacaciones ¿tu eres de aquí? -pregunte fingiendo ser amable-

-no, soy de Carolina, me mude hace algún tiempo -el ahora no nos hablaba sonriente y encantador, ahora actuaba más serio-

-no pareces muy mayor ¿vas a alguna universidad? -esa fue Paige, que bien que notó la onda-

-eso no es problema suyo -contestó brusco-

-que malooo no nosotras solamente queríamos saber más de ti -finji un puchero y el sonrió sarcástico-

-no me importa, al final de todo, verán que no se pueden fiar de mi -entonces alguien en el asiento trasero nos colocó a ambas una tela en la nariz y boca, todo se empezó a poner negro... Sólo esperó que no descubran el micrófono que esta adherido al cuello cabelludo de la nuca.

* * * * * *

Cuando abrí los ojos me encontraba en una jaula, empecé a mirar a mi alrededor en busca de ayuda pero lo único que encontrar fueron los ojos asustados de otras seis chicas, todas vestían con una simple bata gris, mire mi cuerpo y note como yo también la llevaba, esta llegaba hasta las rodillas, algunas sollozaban y otras como yo, miraban la escena con terror, Paige se acercó a mi y me abrazo con temor.

-tengo miedo -logró decir con la voz temblorosa-

-yo también, pero estaremos bien, ellos ya deben saber donde estamos y venden por nosotras -me sentía mareada y extrañamente soñolienta, así que debía ser porque nos mantenían sedadas, era un buen plan para ellos- nos rescataran y la misión se acabará, regresáremos todos a casa y seremos felices ¿okay?-

-bien -asintió ella un poco más calmada pero sin separarse demasiado de mi, dirigí mi mano a la nuca buscando el micrófono rastreador... Pero no lo encontré, era más o menos del tamaño de un grano de arroz, recorrí el suelo con mi mirada pero al no encontrar nada empecé a entrar en pánico, Paige me miró alterada y yo busque su micrófono entre los cabello de su nuca, pero tampoco lo tenía.

-Paige... No te asustes pero, creó que nos quitaron los rastreadores-

Pareció alguna clase señal, ella dejó escapar un par de lágrimas, la entendía. Yo también estaba muerta del miedo, había visto lo que le hacían a las chicas que capturaban y realmente no quería acabar igual, volví a mirar a las otras, estaban echas un ovillo en el suelo, algunas se abrazaban entre si y otras miraban a la nada con los ojos cristalinos, todas pegaron un brinco en sus sitios cuando un hombre alto y corpulento abrió la puerta de golpe, nos miró sin expresión y señaló a una chica rubia que se encontraba en una esquina, ella grito y pataleo para que no se la llevaran, sus sollozos me hicieron abrazarme más a Pagie, cuando se fueron todo volvió a quedarse en silencio, entonces tome una decisión, no me quedaría a morir aquí.