El día había llegado, la fiesta mayor de Cantera estaba aquí.
Salir a la calle en estos días era una gozada. La gente se reunía en las calles, parques y plazas para hacer actividades todos juntos.
Los abuelos tenían actividades de baile, juegos como el bingo, partidas de cartas y demás; para los mas jóvenes y sus padres había juegos de empaparse enteros con globos de agua, coger un caramelo con la boca en un cubo lleno de harina, hacer guerra de pintura... Y para los no tan jóvenes, pero tampoco viejos, es decir, los adolescentes, organizaban teatros, películas al aire libre, y por la noche, conciertos, baretos, feria y muchas cosas más. Ésta última parte era la que todos estábamos esperando.
Eran noches llenas de alcohol, música y diversión donde toda la juventud del pueblo y alrededores nos reuníamos en un mismo punto del pueblo y disfrutábamos de bares donde servían cubatas y comida, conciertos en un gran escenario que instalaban y un Dj cuando ya era mas tarde que ponía música bastante buena.
Por las afueras del pueblo, no mucho mas lejos de la plaza donde se organizaba todo, estaba la feria.
Miles de colores y luces brillantes decoraban esa zona, y la música no cesaba. Habían paradas donde vendían manzanas caramelizadas, nubes de azúcar, golosinas, peluches y muchísimas cosas más. Todo era tan apetecible y llamativo que la gente no dudaba en gastarse dinero en esas cosas y en todas las atracciones.
Me encontraba en el sofá, viendo una serie que siempre la daban los jueves y me hacia bastante gracia.
-¿Harás algo hoy? -pregunto mi padre.-
Mi cabeza ya sabia que alguno de mis padres me harían esa pregunta o similar, así que ya sabia todo lo que tenia que decir para conseguir salir esta noche sin limite de hora, lo tenia calculado.
-La verdad es que Mad, Nora y yo habíamos pensado en comprar palomitas e ir a ver la película que dan hoy al aire libre en la plaza pequeña del ayuntamiento y después ir a casa de Mad a ver otra película, esta vez de miedo y pues dormir ahí las tres. Nada nuevo, papá.
Mi mirada estaba fija en la televisión, haciendo como que lo decía tan normal, tan cierto pero falso a la vez.
Vi de reojo a mi padre que asentía con la cabeza, convencido. Que extraño que mi padre no me insista en que no me deja ir por que se piensa que estaré de fiesta toda la noche, lo que era verdad.
-Está bien, pasarlo bien - se levantó y se fue hacia arriba, seguramente a darse una siesta.-
Inmediatamente cogí mi móvil y abrí el Whatsapp, entrando directamente al grupo que tenia junto a Mad y Nora.
Yo: "Chicas, vía libre, mi padre me deja ir a 'ver la película' y después ir a 'dormir a casa de Mad'."
Maddy: ¡¡Genial!! ¿Pues quedamos a las 8 en el banco de la heladería?
Yo: Claro Mad me encanta ese sitio...
Maddy: Lo siento tonta no quería hacerte sentir mal...
Yo: ¡Es broma, no pasa nada!
La realidad era que al leer que banco era, el estomago me había regalado un horroroso pinchazo repleto de recuerdos, pero intenté no hacer caso de ello.
Nora: ¡Ahí estaré!
Nora como siempre iba a lo suyo.
Eran las 7, y mi móvil no paraba de sonar. Eran Mad y Nora hablando de como iban a ir vestidas y demás. Me había quedado dormida en el sofá viendo mi serie. Me levanté y aun estando medio dormida empecé a subir las escaleras hacia mi habitación, no sé ni cómo.Miré en la habitación de mis padres, abajo no había nadie y pensaba que estarían por aquí arriba, pero tampoco. Eso significaba que estaba sola, y automáticamente sonreí.
Fui hacia mi habitación sin perder el tiempo y conecte el cable de los altavoces en el ordenador, donde me puse una lista de reproducción con las canciones que mas me gustaban en este momento.
La música empezó a sonar y yo dando un par de saltos, medio bailando, fui hacia el armario. Lo abrí.
-¿Que me pongo? -me dije a mi misma, mirando toda mi ropa.-
Cogí unos pantalones cortos de pierna con estampado de leopardo, que se abrochaban por la zona del ombligo, eran altos y me quedaban perfectos junto a la camisa que había cogido a continuación, totalmente negra, ajustada y de tirantes.
Caminé hacia mi espejo de cuerpo entero, donde me solté el pelo que tenia recogido en un moño despeinado, y lo dejé caer por mis hombros, hasta llegar casi a mi cintura. Me lo dejé así, suelto y alborotado. Los zapatos no eran muy difíciles de elegir, opté por unas sandalias con algo de plataforma, negras.
Y tras esto, fui hacia mi tocador y empecé a maquillarme.
Alguien tocó a la puerta de mi habitación, y rápidamente me puse la bata de estar por casa que tenia colgada detrás de la silla donde estaba sentada en ese momento.
La puerta se abrió.
-¿Que haces?
Era mi madre, vaya, ya había llegado.
-No he escuchado que llegabas por la música, perdona mamá.
-No pasa nada. ¿Vas a salir?
Asentí.
-¿A dónde?
-Voy al cine al aire libre que hay hoy en la plaza pequeña del ayuntamiento.
-Ah, está bien.
Asiente y me lanza un beso, y después de eso me vuelve a cerrar la puerta.
Miré de nuevo al tocador, estaba tensa y aguantando la respiración. Solté el aire y me intente relajar.
"Tranquila Dayana, todo va a salir bien. La tapadera que tienes es perfecta" pensé.
Tras maquillarme de una manera que mis ojos marrones resaltaban y mis carnosos labios estaban bañado de un color rojo carmín, ponerme en el cuello un collar color dorado y en mis orejas dos perlitas, me despedí de mi madre sin ir a darle un beso para que no me viese así de maquillada y salí de casa subiendo calle arriba rápido por si salia a decirme algo.
Eran casi las 8, y yo llegaba la primera. Estaba mirando el móvil, nerviosa por estar en ese lugar.
Sentí un cosquilleo por mi espalda y una sensación de sentirme observada todo el tiempo. Levanté la mirada, mi corazón estaba intentando salirse-me por la boca de los nervios, pero allí no había nadie que yo conociese... volví a bajar la mirada al móvil, la sensación no desaparecía.
Y por fin llegaron ellas, tan guapas como siempre.
-¿Vamos a cenar? -dijo Nora radiante.-
Mad y yo asentimos y nos dirigimos hacia un restaurante cercano a allí.
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Dos mundos, un amor.
Romance♠ SINOPSIS Un amor entre dos personas diferentes, entre dos culturas totalmente distintas, nada comparables. Él, gitano, callejero, venido de una familia problemática y muy adinerada gracias a la droga y las armas. Ella, paya, venida de una de las f...