Anteriormente...
-Samantha.-Dice un tipo que no conozco.-Supongo que me reconoces cómo el asesino de tu padre, entre otras cosas.
-Kian, ¿qué rayos? Tú...tú no pudiste haberlo matado.-Digo al ver a mi ex-novio parado en la puerta.
-Tu querido Kian ya no está,nena, Kian esta muerto.-Dice. De repente sus ojos se volvieron completamente negros.-Soy un Demonio, nena, y es hora de jugar.
Sentí mi corazón aplastarse, ¿qué mierda es esto?
Ahora...
Camino hacia atrás completamente aterrada de aquél Kian que desconozco. ¿Cómo puede ser posible que mi ex-novio intente asesinarme? Parecen ser el tipico caso de esas novelas mexicanas que suele ver mi tía.
-Nena, no estés aterrada. Recuerdo ése 12 de Abril, te entregaste a mi, ¿por qué no haces lo mismo que ése día?.-Dice Kian con una sonrisa demasiado maligna para ser él. Claro, aquél chico no era Kian.
Aquél espectro no es mi ex-novio.
Toco la mesita y encuentro un jarrón con unas flores, se lo tiro en la cara. Pero no le hace nada, pero hace que pierda un poco el control. Comienza a tambalearse hasta a mi.
-Nena, eso dolió poco. Pensé que serías más fuerte.
-¡Alejate!.-Le tire con un plato en el pie. Mis manos ya estaban temblando lo que me hizo que no caiga en donde esperaba.
Él pasa por la alfombra de la habitación y repentinamente se queda parado. Comienza a gruñir, esta enfadado con algo.
Sinceramente no me interesa en que, sólo comencé a correr hasta un punto que ni yo sabía dónde era.
--------
No tenía dinero pero si muchísimo hambre y sueño. Estoy tan pérdida en esta ciudad, no puedo recordar en donde quedaba alguna casa de una amiga. Podría sonar estúpido pero es verdad.
Vivir 7 años en una ciudad diferente hace que olvides en dónde vivías.
-¡Samantha!.-Escucho un grito masculino a la lejanía.
-Castiel.-Digo esforzando un poco la vista para ver aquél hombre.
-Sam, ¿dónde te metiste?
-No lo sé, Cass.-
Cass alzo mi cuerpo y mis ojos comenzaron a cerrarse.
-------
-Ella ya despertó, Dean.-Dice el hombre de pelo largo.
-Hmmm... Avisale a Cass.-Dice otra voz más lejana, pareciera cómo si aquella persona hablara con la boca llena. El tal Dean.
-Hola.-Dice el de pelo largo.-¿Tienes hambre?
Iba a responder que no pero mi estómago no dijo lo mismo.-Eso parece un sí, ¿te gusta las hamburguesas? ¿O prefieres una ensalada?
-Dos hamburguesas esta bien, gracias.-Digo sentándome en la cama viendo a ambos chicos
-Por cierto,soy Sam y él es mi hermano Dean. Somos amigos de Castiel.
-¿Dónde esta él, por cierto?
-Arreglando unos problemas, nada por preocuparse.-Dice el castaño con una sonrisa.-Iré por tus hamburguesas.-Toma la chaqueta que esta colgada en la silla
-Soy Dean.-Dice el hermano de Sam.-el mayor. Un gusto, Samantha.-Dice con una sonrisa.-Eres linda, ¿te dijeron eso?
-Perdón, Dean. Pero sinceramente no estoy bien para coqueteo.-Digo cortésmente sin ofender al chico.
-¿quién dijo que estaba coquetenado? Intento ser amable.-Dice tomando su cerveza.-¿cómo conociste a Castiel?
-Él...él me encontró cuándo mi padre estaba muerto. No sé cómo aparecí allí, ni porque los Demonios me persiguen.
Los labios de Dean se ponen rectos, formando una perfecta línea.-¿Demonios? ¿Has hecho un trato con alguno de ellos?
-¿Qué? ¿Cómo un trato?
-Ya sabes.-Restándole información.-Vendes tu alma a un Demonio a causa de querer algo, dinero, fama, amor. Tú sabes.
-¡No!.-Digo extrañada.-Yo sólo tenía mi puta vida perfecta y de la nada se convierte en una pesadilla.-Digo ya llorando. ¿Cómo todo lo que logré se derrumbó en pocos días?
-Hey! Tranquila, sólo para de llorar.-Dice Dean alarmado con una mano en mi hombro. Siento estoy tensada a su tacto y el nudo en la garganta no desaparece.-Llamaré a Castiel
-No, por favor.-Digo con la voz ronca.-¿podrías llevarme a mi casa? Sólo quiero buscar mis cosas e irme, Dean, quiero despertar y pensar que esto, tal vez, es una horrible pesadilla.
-Samantha.-Dice Dean en un suspiro.
-Dejame irme, no los molestaré más. Sólo seré un recuerdo inútil.
-No puedo dejarte ir, Samantha, eres alguien importante aunque no lo creas. Los Demonios están buscándote. Y no pararán hasta encontrarte y matarte al instante.
ESTÁS LEYENDO
Ángel Guardián (Supernatural)
Hayran KurguÉl salvó su vida. Buscan a la chica pelirroja por algo que ni ella misma sabe. La quieren matar. Él la conoce, ¿pero cómo? Aquel hombre de ojos celeste cielo le cambiará su vida.