Noventa y siete

12.6K 1K 71
                                    

Otra vez en el hospital. Mi rostro pálido, mi cuerpo estropeado y mi corazón luchando por seguir funcionando. Hoy mismo sería la cirugía, y la idea me aterraba aunque sonreía ante las visitas.

―A mi no me engañas―me susurró ella―, está bien tener miedo.

―No tengo miedo, soy un macho―bromeé.

―Le temes a las alturas y lloraste cuando murió Mufasa.

― Eres la única chica en el mundo que hace que un moribundo se deprima, eres desagradable e irritante pero eres mi persona favorita.

Sus ojos se llenaron de lágrimas.


Siempre te améDonde viven las historias. Descúbrelo ahora