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07: ¿Curioseando?

¡Por fin terminé de escribir! Me muero de sueño, en serio. Son como las 2:40, pero aquí está.

Muchas gracias por sus votos y comentarios. Me duele el trasero de estar sentada tanto tiempo, pero me encanta actualizar en la madrugada y despertarme con sus comentarios :')

Buenas noches, las amo. x

oh verdad, no recuerdo que día...pero Twitter alcanzó el puesto #31 en Fanfic y me emocioné tanto que ufff en serio, ahora si me voy ;)

***

Abrí los ojos rodeada de mantas calientes, no podía recordar en que momento me había quedado dormida. Recordé que me encontraba en Inglaterra, el viaje en auto; debí haberme quedado dormida en el trayecto hacia la casa de la familia de Harry. Abrí los ojos en alarma aún más, ¿Qué impresión se habrá llevado su mamá viendo entrar inconsciente? ¿Habré roncado, babeado? oh, no por favor.

Miré las cuatro paredes blancas que me rodeaban, apostaba que esta era la habitación de Harry; la cama en la que había despertado yacía pegada junto a una de las paredes, junto a las colchas que me había mantenido cálida. También habían muebles, un escritorio y un clóset; sobre una silla habitaba una guitarra y en la esquina se encontraban algunos botines alineados a la par.

Estaba segura que era su habitación.

Sonreí mirando todo con adoración y ternura. Casi podía imaginar esta habitación pintada de color azul y a un bebé Harry teniendo miedo de dormir en las noches sólo y llamando a su mamá para que le cuente alguna que otra historia; o a un Harry rodeado de sus juguetes mientras se inventaba millones de aventuras para ellos.

Podía imaginar a mi chico de rizos cursando la secundaria, enamorándose y pasando sus días escuchando sus bandas favoritas apoyado sobre el respaldar de su cama.

Y sobretodo imaginaba a un soñador Harry imaginándose como sería tocar frente a miles de personas, pensando en ese sueño y buscando la oportunidad correcta para llevarlo a cabo. Un Harry que pensó inocentemente en que cantaría con todas sus ganas y sería escuchado.

Y no me hacía falta imaginar al Harry de la actualidad; el increíble, cariñoso y hermoso chico del que me había enamorado profundamente. Siendo yo una completa tonta por haber reaccionado tan arisca y sin tomar en cuenta en ese momento que siempre el velaba por los más pequeños detalles para demostrar su cariño, como lo era preocuparse por mí.

Me había prometido a mi misma que haría de mi estadía en el país inglés una de mis mejores experiencias, pero jodí todo ni bien había llegado. Ahora la culpa que me pesaba era inmensa, sobretodo porque sabía que a pesar de haberme comportado como una estúpida, él no estaría molesto conmigo.

Me pasé los dedos por el cabello, tratando de peinarlo siquiera un poco ya que recién había despertado. Me calcé los zapatos y un pensamiento me golpeó, yo no conocía en absoluto el interior de la casa, ni siquiera había visto a Gemma o a su mamá. Me acerqué a la ventana y vi que ya había oscurecido, había perdido un día por pasarme discutiendo y durmiendo.

Me acerqué a pasar suavemente mis dedos por la guitarra apoyada sobre la silla, produciendo sonidos sin sentidos pero de todos modos relajantes y frágiles.

-¿Curioseando, amor? -me sobresalté, casi provocando que la guitarra caiga. Volteé para sonreírle, y así hacerle saber que no estaba molesta; pero también le debía una disculpa, con palabras.

-Harry, yo lo siento tanto. -solté arrepentida. -Yo no quería tratarse así y...

Se acercó a mí besándome suavemente y finalmente depositando otro beso en mi frente.