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09: Muérdago.

Hola, pasó mucho tiempo si si si pero los estudios ugh ni siquiera estudio demasiado y me consume tiempo jajaja, gracias por la paciencia y muuuchas gracias a esas lindas personas que me envían mensajes privados para contarme cuanto les gusta la historia. ❤

Amor y confetti para todas ❤

Pd: Gracias a las que me apoyan con Nightingale.

***

-Me gustaría que estuvieses aquí hoy. -Harry hizo un puchero de lo más adorable a través de la pantalla mientras hacíamos video llamada.

-Yo también. -le contesté algo apenada.

-Hubiese preparado nuestra cena...-empezó a decir.

-Harry...

-Y tu helado de café como postre...

-Harry...

-Montones y montones de helado...

-Harry...

-Con nuestro champagne favorito...

-Harry...

-Y después de mi increíble cena, haríamos...

- ¡Estás jugando sucio! -lo miré y reía con sus hoyuelos acompañándolo en cada mejilla. ¿Ya había dicho cuanto me encantaban?

-Aún estás a tiempo de venir y...

-Ya lo hablamos amor, navidad es muy importante para mi familia -le expliqué otra vez.

-Para mí también...-dijo tristemente, quería abrazarlo.

-Lo sé, adorable esclavo de los villancicos. -me burlé de un tweet antiguo.

-Mi mamá quería conocerte hoy. -soltó y una corriente de nervios cruzó mi cuerpo.

-Será pronto bebé, -respondí. -espero que le caiga bien. -dije con humor pero con un poco de verdad detrás de mis palabras.

-Ella te amará tanto como yo, ya lo verás. -dijo entusiasmado como un niño pequeño.

Había decidido pasar navidad con mi familia, también sabía que Harry acostumbraba a pasarla en Cheshire junto a los suyos, y no quería malograr nuestras tradiciones. Lo quería conmigo, por supuesto; pero estaba pronto a acabar la universidad, solo me faltaba un año. Estaba creciendo y empezaría otros rumbos, y si todo iba bien junto a Harry, me he prometido pasar la navidad del otro año con él y empezar nuestras propias tradiciones. Así que también tomaba esta navidad para cerrar el ciclo de lo relativamente constante junto a mi familia, y empezar a moldear mis oportunidades.

Amaba la navidad, al igual que Harry; era la sensación de ver tú alrededor con otros aires y sonreír solo por el hecho de estar en vísperas de navidad, sin mencionar el hecho de que me encantaba decorar la casa casi como una película ambientada.

Cuando Harry me propuso pasar navidad junto a él y a su familia, me emocioné y a la vez me retorcí de nervios. Me emocioné por el hecho de que me sentí una de esas chicas que merecen ser presentadas a tus padres, y que no eras algo constante e incierto en la vida del otro. Bueno y los nervios no eran por conocer a Anne y Gemma, sino porque ser presentada ante la mamá y hermana de tu novio. Si Harry lo hizo, él se merecía que yo haga eso por él.

Aquel día después de la parrillada que hicimos en mi casa, Harry y yo estuvimos viendo películas solos en mi casa; sabía que algo le incomodaba y después de decirme que no le pasaba nada, habló por si solo.