Parte 2

154 5 0
                                    

Mi otra mejor amiga, Beth Stevenson, se acercó y me miró. Llevaba zapatos de fútbol y una camiseta como yo, pero aún estaba limpia. No había sudor ni suciedad. No era una sorpresa. Sólo jugaba al fútbol JV para pasar el rato con nosotras. Yo jugaba‖por‖diversión.‖Sara‖ jugaba... bueno... Nunca estuve muy segura con Sara.

-Casi la tenías -dijo Beth.

Suspiré. -Ya lo sé. Siempre se trata de casi cuando se trata de Sara jugando fútbol.

Beth me tendió la mano y me levantó. -Quiero decir, la tenías, y luego la dejaste volver y tenerte. ¿Qué fue eso?

Como si yo fuera a decirle que había dejado un chico me distraiga. ¡Ja! Eso era un movimiento de Sara, no algo que yo haría. En realidad, era totalmente vergonzoso. Así que me encogí de hombros. -Me sentí mal por ella. No quise
demostrarlo con Kirk mirando.

Beth resopló. -Sí, claro. Tú no tienes piedad en el campo de fútbol.

-Lo dices como si fuera algo malo. -Mi muslo estaba quemándome, así que me subí los pantalones cortos e inspeccioné la frambuesa (golpe) que comenzaba en la cadera y seguía hasta la mitad de mi muslo. Ya era de color rojo brillante.
Sonreí, amando la medalla de honor que me daba. A pesar de lo que Kirk podía pensar, había mucho más de mí que tan sólo cómo me veía. ¡Yo era una guerrera!-. Ahí va mi plan de usar una minifalda mañana -bromeé.

Kirk y Ross gritaban y silbaban, así que baje mis pantalones para cubrir mis piernas, mis mejillas estaban repentinamente calientes. ¡Los chicos eran tan molestos!

Beth levantó las cejas. Habían sido cuidadosamente depiladas para aumentar sus brillantes ojos azules, debido un cambio de imagen el fin de semana pasado cortesía de Sara, que había acabado con todo nuestra imagen de deportistas, con reflejos y nuevos cortes de cabello. No podrías decir eso sobre mí, salvo por el hecho de que algunas de las capas no se quedaban en mi cola de caballo muy bien. Bueno, se podía ver los reflejos castaños sobre el marrón más oscuro de mi color de pelo natural, pero eso era todo.

-Nunca has tenido una falda en toda tu vida -dijo Beth-. De ningún tipo.

Me sonrió. Yo definitivamente no era una chica de falda. Especialmente este año, ya que gente como Kirk había comenzado a molestarme. No hay nada como conseguir una figura en el verano para cambiar la forma en que los chicos actúan a tu alrededor, supongo. De seres humanos normales a plagas fuertes y molestas en general.
Yo estaba pegada a los pantalones vaqueros, gracias.

-Buena frambuesa -Sara caminó enfadada hacia nosotras, disparando una sonrisa coqueta en dirección de las líneas laterales-. Es totalmente anticuado tomar ventaja cuando Kirk me distrajo. Si no te hubiera golpeado al final, te haría besarme los pies. -Una referencia a cuando éramos pequeñas y estúpidas, y acostumbrábamos besarnos los pies la una a la otra cuando nos peleábamos, o después de que alguna hiciera algo malo a la otra.

-No habría besado tus pies -le respondí-. Es tu culpa por no prestar atención.

Sara llevaba una camiseta, pantalones cortos de spandex y llevaba maquillaje a prueba de agua. Era alta, delgada,‖y‖tenía‖cabello‖rizado...‖todo lo que Beth no tenía, con su corta y rechoncha figura. Pero Beth era rubia, y yo sabía que Sara mataría por poseer el derecho de Beth, de lucir dorada.

Ambas estaban totalmente lindas y metidas en los chicos. Quiero decir, a Sara se le había caído su cuaderno la semana pasada y había visto que había escrito el nombre de Kirk por toda la cubierta interior, no era que ella lo admitiría en voz alta. Y Beth estaba allí con ella mirando a los chicos juntas. Ambas pasaban diez minutos haciendo su maquillaje antes de la práctica, con la esperanza de conseguir que estúpidos como Kirk gritaran por ellas.

Como sea.

La entrenadora Merrill sopló su silbato. -Tengo un anuncio que hacer.

Noté a Kirk y a Ross de pie a lo lejos. Kirk me decía algo sobre mí y apuntaba a sus caderas, donde me había quemado con el pasto. Sentí a Sara mirándome, así que me crucé de brazos y me volví hacia la entrenadora Merrill lejos de Kirk.

-Cada temporada a finales de octubre, elijo a dos chicas de JV para trasladarlas al equipo universitario por el resto de la temporada -dijo la entrenadora Merrill-. Durante dos semanas a partir de este viernes, vamos a tener pruebas de aptitud con el equipo universitario. Las mejore cinco muchachas en JV serán invitados a esa práctica, y dos se trasladaran.

¡De ninguna manera! ¡No lo podía creer! Universitarias. ¿Cuán maravilloso sería eso? Mi corazón empezó a correr. Me acerqué un poco más para no perderme ninguno de los detalles.

-Entonces, quiero anunciar a las cinco jugadoras preseleccionadas, para que me puedan decir si están interesadas en ser consideradas.

Miré de reojo a Sara. Ella era mejor que yo, pero no trabajaba tan duro. ¿Tendría eso en cuenta la entrenadora? Cinco puestos no eran muchos, cuando había más de cuarenta niñas en el equipo.

Afraid to love (terminada)justin y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora