Sara soltó una risita ahogada. -Es gracioso que tú y justin sean semejantes idio.tas.
-¿Yo? ¿Por qué soy una *******?
Los chicos llegaron con la pizza, me recosté en mi asiento y le di a Beth y a Sara la mirada de no quiero hablar de eso en frente de ellos.
Sara asintió, alzó la vista cuando Kirk se deslizó al lado suyo. -Entonces, si un chico besa a una chica en los labios, un beso realmente bueno, ¿le creerían si él dijera que sólo lo hizo para probar que ella no le gustaba?
-¡Sara! -Le di una patada bajo la mesa, fallé y golpeé la punta de mi pie contra la pata de la mesa, enviando un dolor punzando a mi pie.
Kirk resopló. -De ninguna manera. Si dice que esa es la razón por la que la besó, está mintiendo. Es solo una excusa para encubrir la verdadera razón por la que la besó.
-Sara, te juro que te mataré si no te callas.
Kirk me miró mientras tomaba un pedazo de pizza.
-¿Por qué? ¿justin usó esa línea después de besarte o algo así?
Apreté la servilleta y se la arrojé. Ni si quiera se inmutó cuando rebotó en su frente. -Cállate. -Gruñí.
Kirk sonrió y Sara me dio una mirada de suficiencia. -Te besó porque te quería, y después tuvo que inventar una razón -dijo Sara.
-De ninguna manera. -Me di por vencida al intentar que abandonaran la conversación. -Después de que di a entender que me había gustado el beso, ¡él entró totalmente en pánico! Si le gustara, no se habría asustado cuando pensó que a mí me gustaba él.
-No necesariamente -dijo Ross. Todos lo miramos con sorpresa. Ni siquiera había notado que el chico hablaba en público. Se encogió de hombros-. Podría haber entrado en pánico porque le gustabas.
Beth asintió. -¡Por supuesto! Quiero decir, ¿ambos estaban totalmente en contra de las citas, no? Y entonces él empieza a gustarte y tú te asustas. Y a él le empiezas a gustar pero imagina que está bien porque a ti no te gusta él, entonces se da cuenta que sí le gustas y él no está preparado para eso. Así que se asusta e inventa esa estúpida línea sobre besarte para demostrar que no le gustas.
-Eso no tiene sentido. -Seguí apretando mi servilleta con más fuerza.
-Los chicos no tienen sentido -agregó Sara. Y le sonrió a Kirk-. Incluso tú.
Él le devolvió la sonrisa. -Las chicas tienen menos sentido.
-De ninguna manera. Son todos los chicos.
Rodé mis ojos mientras en la mesa derivaba una pelea totalmente molesta y linda entre las parejas sobre qué genero tenía menor sentido. Cogí un plato de papel y dejé dos rebanadas de "Los amantes de carne de Lujo" en mi plato, dejando ir fuera de mi cabeza todos los pensamientos de justin.
Él era historia y yo estaba siguiendo adelante.
Cogí mi pizza y soplé en el extremo para que se enfriara antes de tomar un bocado, casi riendo al pensar en cómo había derramado la pizza sobre el zapato de justin.
Probé el queso con mi dedo para asegurarme de que no iba a quemar mi lengua, y luego tomé un mordisco.
Una bota se posó con un fuerte golpe frente a mí, justo en el borde de la mesa. -¿Necesitas esto?
Miré hacia arriba para ver a justin parado allí, con su pie sobre la mesa, sonriéndome. Fui vagamente consciente de que el resto de la mesa se quedaba en silencio. Tragué. -No, estoy bien. Aprendí mi lección.
-¿Estás segura?
Después de un segundo, tomé un pepperoni de mi pedazo y lo puse en la punta de su zapato. -Gracias. Estaba buscando un lugar para esconder esto.
Sonrió, tomó el pepperoni, y se lo metió a la boca. -He captado el mensaje. Felicitaciones por lo del equipo. Eso es impresionante.
No pude evitar sonreír. -Gracias. Estaba totalmente emocionada.
Asintió. -Sabía que lo harías.
-Sí, bueno, tenía mis dudas, pero las resolví. -Me encogí de hombros, de repente no muy segura de qué decir-. Así que, um, ¿cómo has estado?
Su mirada se dirigió al resto de la mesa, quienes estaban escuchando con atención, entonces volvió a mirarme. -Bien. ¿Tú?
Me negué a pensar en lo lindo que lucía con su camiseta grande a cuadros colgando de sus jeans, con los puños enrollados, o cuánto echaba de menos estar con él. Así que puse una gran sonrisa falsa. -Acabo de entrar al equipo, así que estoy genial.
-Bien -cambió su peso y metió las manos en sus bolsillos, dirigiendo nuevamente su mirada hacia los demás-. Así que, um, veo que estás ocupada, seguiré mi camino -vaciló y me miró.
¿Qué? ¿Qué estaba esperando? -Bien, gracias por pasar por aquí.
Asintió y saludó al resto de la mesa, luego comenzó a alejarse, entonces se volvió. -Felicidades de nuevo, ____(tn). Estoy verdaderamente emocionado por ti.
Entonces, antes de que pudiera contestar, se dio la vuelta y salió. La puerta apenas se había cerrado tras él cuando Sara golpeó un lado de mi cabeza con la pila de servilletas.
-¡Idio.ta! ¿Por qué sigues aquí sentada?
Le lancé las servilletas de vuelta-. ¿De qué estás hablando?
-¡justin! -Me golpeó de nuevo-. Vino aquí esta noche buscándote, ¡Y lo dejaste ir!
-¡Hey! -Me agaché mientras la servilleta regresaba en un tercer intento-. ¿Cómo iba a saber que yo estaba aquí? Estoy segura de que solo tropezó conmigo.
-¿No estabas al teléfono con él cuando llegué y te dije que íbamos a estar en Pop's? -Sara no esperó mi respuesta. Me golpeó debajo de la mesa-. ¡Se está escapando! ¡Ve tras él!
-¿Así puede rechazarme otra vez? -Alejé mi palpitante espinilla de su alcance, me enderecé y crucé mis brazos-. Olvídalo.
-¿Rechazarte? Vino aquí por ti -dijo Beth. Y miró a Kirk-. ¿Verdad?
-Eso creo -dijo Kirk-. Pero no lo invitaste a unírsenos, y dijiste que estabas excelente a pesar de que no estaba cerca. Si yo fuera él, también me largaría.
-Pero...
Beth agarró las servilletas de Sara y me golpeó la cabeza. -¡Ve tras él!
-Pero...
Ross asintió. -Creo que tienen razón. Si me gustara una chica, y tuviera tú actitud, también me iría.
Beth le sonrió. -Nunca te habría dado la reacción que ____(tn) le dio a justin.
Le sonrió de vuelta. -Por eso estoy aquí sentado.
Los miré, las dos personas más tímidas en el planeta. Había, de alguna manera, averiguado que se gustaban. ¿Tenían razón? ¿Debía ir? ¿Había aquí algo de lenguaje subliminal de citas chico/chica que había pasado totalmente sobre mi cabeza?
Todos se giraron y me miraron, luego gritaron al unísono. -¡Ve!
-¡Ya voy! -De repente mi corazón empezó a correr, salí de la cabina, crucé el restaurante, esquivando a los niños, salí volando a la calle. No estaba justin.
Miré a ambos lado, miré por la calle.
No estaba justin.
¡Mier.da! ¡Lo había perdido!
Entonces pensé en él, y supe dónde estaba.