La depresión se instaló como una nube negra en mi mente cuando me di cuenta de lo que él quiso decir. Él me había besado para demostrar un punto. Para ganar un argumento.
¡Pero había sido tan perfecto! ¿Cómo pudo no haber significado nada? ¡Este había sido mi primer beso! ¡Se supone que los primeros besos son perfectos! ¡No se supone que ellos no signifiquen nada!
-¿Y? -Su voz sonaba un poco irregular-. ¿Puedes retirar tu comentario acerca de Ashley ahora?
Me distancie de él, luchando para traer mi mente otra vez. ¿Debería darle patadas en las espinillas? ¿Llorar? ¿Marcharme? -¡Tú no tienes ningún derecho para besarme!
Él frunció el ceño. -Este no fue esa clase de beso. Fue sólo un beso.
Sólo un beso. ¡Eso era horrible! Así que él no estuvo en mí cuando me besó, quiero decir realmente me besó, y obviamente él no había sentido ni la más leve chispa de nada.
Él no estuvo en mí.
Él no estuvo en mí. ...
Mi garganta se apretó y repente mis ojos se volvieron completamente llorosos. ¡Ack! ¡No voy a permitir que me haga llorar! Bruscamente me liberé de él y giré lejos, parpadeando tan fuerte como pude. -Así que, si...así que si Sara va a intentar superarme en el equipo universitario...yo tengo que, um... practicar... realmente duro esta semana... porque, ya sabes, yo no quiero, que... lo haga ¿sabes?- El balón era borroso, pero lo agarré y comencé a regresar al campo-. Así que, um...yo creo, que, bueno, quizás, ¿podríamos comenzar a realizar ese
ejercicio otra vez?
Cuando él no contestó, me di vuelta. Él estaba de pie donde lo había dejado, con la expresión más extraña en su rostro mientras me miraba fijamente desde atrás.
-¿Qué? -Dije bruscamente
-Asunto de amigos -dijo-. ¿Lo compras ahora?
-Oh, sí, claro. El beso lo aclara todo. Nada de magia. Lo que sea. ¿Podemos practicar ahora?
Durante un largo momento, pensé que no iba a contestar, luego él asintió y pareció ponerse en marcha otra vez. -Claro. Vamos a hacerlo -corrió delante de mí, golpeando rápidamente mi cola de caballo, y siguió corriendo.
Genial. Volvimos atrás a la relación de golpear mi cola de caballo. Esta era la base perfecta para otra semana de práctica.
Pero cuando levanté el balón, comencé a dudar seriamente de si podría tener otra semana de práctica junto a él, aún si era por el universitario.
Porque yo no podría seguir con aquel beso en mi mente.
El lunes fue el peor día de mi vida. Sara me ignoró todo el día, y Beth trató de ser neutral. La práctica fue peor. Sara me tiró al suelo tres veces y jugó mejor de lo que la había visto. A pesar de lo mucho que había mejorado durante el tiempo que había estado practicando con justin, fue aún mejor que yo.
Yo estaba quitando mi cara de la tierra por tercera vez cuando Beth se puso en cuclillas junto a mí. -¿Estás bien?
-Genial. -Escupí algo de hierba de mi boca y me senté.
-Tal vez quieras pedir disculpas. Eso ayudaría.
-¿Pedir disculpas? ¡Yo estaba tratando de ayudar!
Beth cogió algo de mi cabello y lo tiró en el campo. -Bueno, ella no lo ve de esa manera.
-¿Vaya, te parece?
Ella miró por encima de mí-. Especialmente desde que Kirk se presentó nuevamente a la práctica para verte.
-¿Qué? -Giré alrededor para mirar detrás de mí. Efectivamente, Kirk estaba descansando en el banquillo, vestido con sus coloridos Nike y sus vaqueros de costumbre. Ross estaba de pie junto a él, pasando los dedos de los pies en la tierra y disparándole periódicas miradas a Beth. Estos dos realmente necesitaban reunirse. -Genial.‖Todo‖lo‖que‖necesito‖es‖tener‖a‖Kirk‖aquí‖fastidiandome...‖-Pero a medida que lo estudiaba, me di cuenta que no me observaba. Estaba estudiando el terreno donde estaba la acción.
Me volví a mirar en la dirección que estaba mirando, y mi corazón saltó. ¡Estaba buscando a Sara! De ninguna manera. Pero definitivamente así era.
Sonriendo, me puse de pie y me sacudí, viendo girar a Sara cerca de alguien a la que parecían haberle hecho un mal corte de pelo y arruinado su vida. No tenía idea de que Kirk estaba observándola. Era simplemente un dolor en el trasero destruyéndome.
-¿Qué estás mirando? -preguntó Beth.
-Kirk. Está aquí viendo a Sara, no a mí.
-No, uh... -entonces se desvaneció tranquilamente al ver lo que yo estaba viendo-. Wow. Ella no tiene ni idea. Voy a decirle.
La agarré del brazo antes de que pudiera moverse. -No. A Kirk sólo le gusta cuando ella olvida lo impresionante que es él y deja de ser una chica estúpida, coqueteando. Si lo señalas, va a actuar toda extraña con él de nuevo.
La entrenadora Merrill sopló su silbato, señalando el final de la práctica, y vi a Sara dirigirme una diabólica mirada antes de marcharse con la entrenadora para ayudar a reunir los balones de fútbol. Mi mandíbula estaba apretada cuando la vi hablando con la entrenadora. Ella nunca hablaba con la entrenadora. Nunca. Lo hacía sólo para entrar en el equipo, para desplazarme del equipo universitario. -Nunca he tratado de quitarle a Kirk, pero ella si está tratando de robar mi sueño.
Beth me lanzó una mirada, pero no dijo nada. ¿Qué podía decir? Sabía que tenía razón.
Cuando seguimos viendo, Kirk se deslizó, se levantó y fue hacia Sara, comenzó a ayudarle a recoger los balones. Ella sacudió su mirada hacia él, entonces sonrió, dijo algo y él se echó a reír, su mirada se aferró a su cara como si fuera todo lo que necesitaba para sobrevivir. Yo apreté los labios viendo un poco de su vínculo. Quería que justin me mirara así, incluso, si era sólo una vez. Quería que caminara hacía mi, todo fresco y casual, incluso aunque descubriera que yo le gustaba.
-Mira eso. Kirk abandonó a Ross. ¿Crees que debería ir y hacerle compañía a Ross? -Beth estaba viendo a Ross con la mirada más patéticamente nostálgica que nunca había visto en su rostro.
-Sí, deberías hacerlo. Ve a hablar con él.
-Está bien -asintió una vez, pasó los dedos por su pelo, y luego corrió hacia él. Le dio una tímida sonrisa pero la adoró totalmente cuando vio que se acercaba. Y yo estaba allí, sola, viendo a mis amigas con estos chicos y sus sonrisas, y supe lo que tenía que hacer.
