Parte 6

91 2 0
                                    

Una hora y media después, estaba tan oscuro que apenas podía ver el balón. Pero no me importaba.

Tampoco a justin.

Nunca había practicado con alguien que fuese tan intenso como yo, y eso me hizo intentarlo aún más. Él incluso había establecido los ejercicios así que no importaba que fuera un mejor jugador. Todavía trabajaba tan duro como yo. Yo había hecho más vueltas que él, pero él había tenido que hacer tres. Y ambos hicimos tantos saltos que estaba bastante segura de que no sería capaz de levantar mi cepillo de dientes en el momento en que llegara a casa.

Incluso mis piernas temblaban, pero no estaba dispuesta a admitirlo. No con justin tratándome como una verdadera atleta en vez de una bonita cabeza hueca o algo.

Lo miré mientras me acercaba para un pequeño uno a uno, me deslice por la izquierda y luego a la derecha, entonces tropecé. Estaba demasiado oscuro para ver. Grité cuando aterricé en la bola, el cuero me golpeó como una perforadora visceral.

Gemí y rodé sobre mi espalda, dejando que mis brazos cayeran a mis costados.
-Ay.

Justin se inclinó sobre mí. -¿Estás bien?

-Sí. -Luché para sentarme, no quería ser una cobarde, pero estaba tan cansada, todo lo que quería hacer era estirarme en la hierba.

-¿Necesitas una mano? -me tendió la mano, y por un momento dudé. ¿Intentaba hacer un movimiento?

-Vamos, torpe. Levanta tu trasero.

Sonreí y agarré la mano extendida de justin y lo dejé levantarme. -Gracias.

-No hay problema -pasó el balón de sus manos a su pie-. ¿Lo dejamos por
esta noche?

No quería, pero sabía que estaba demasiado oscuro. Y estaba totalmente derrotada. Suspiré. -Sí, creo que deberíamos.

-¿No estás cansada? -recogió otra pelota y me la lanzó.

-No mucho. -Mentí-. ¿Y tú? -Apoyé la pelota en mi cadera y caminamos hacia el cobertizo del equipo. Sólo nosotros. En la oscuridad. Sola. Con un chico.
Me aclaré la garganta y lo mire, pero estaba rebotando el balón en sus rodillas con cada paso. Sacudí mi cabeza. Como si tuviera de que preocuparme con él.
Era tan decidido como yo cuando se trataba de fútbol.

-No estoy cansado -dijo justin. Todavía no me estaba mirando-. ¿Siempre
te quedas hasta tarde? Nunca te he visto aquí antes.

-Realmente, es la primera vez. La entrenadora me dijo que estaba considerando trasladarme al universitario en dos semanas, así que decidí quedarme hasta tarde y hacer práctica adicional.

-¿De verdad? -cogió el balón y empezó a pasárselo de una mano a otra mientras caminaba-. Genial.

Sentí una oleada de orgullo en su tono. Lo entendió. -Sí, estaría feliz de estar en el equipo universitario. Voy a practicar todos los días hasta que ella escoja. -Hombre, me encantaría practicar con justin de nuevo. Nunca había sido tan presionada como lo había estado esta noche, y me dio algunos buenos consejos. Unas sesiones más con él, y sería mejor que Sara. Bueno, al menos, tan buena como ella.

Nos acercamos al edificio, el pequeño foco iluminaba su rostro. Las sombras hacían ver sus pómulos prominentes y su mandíbula parecía ser realmente angulosa. Tipo fuerte. De repente me sentí intimidada y comprendí que de ninguna manera le pediría practicar de nuevo. Él estaba en el equipo de los chicos universitarios. Un millón de veces mejor que yo. De ninguna manera iba a ser tan tonta como para invitarme a sus sesiones de práctica. -Así que, pues, gracias por esta noche. Fue... -¿Qué fue? ¿Impresionante? ¿Tan duro como el infierno y la mejor noche de mi vida?-,...divertido.-Sí, _____(tn) la estúpida.

Afraid to love (terminada)justin y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora